Ejerce el periodismo desde el 2003, es autor de libros como Ídolos deportivos y fans en internet (2013); Gerencia del Deporte en el Siglo XXI (2017) y Detrás del juego. Estudio de mercado del fútbol ecuatoriano (2018); colaborador de prestigiosas revistas a nivel mundial y profesor de Periodismo Deportivo en la Universidad Central del Ecuador. Actualmente forma parte del staff de deportes en Radio Pichincha Universal.
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lunes 09 de noviembre 2020

La estrella de la Selección

Andrés Luna

La última vez les metimos tremendo baile, debimos dejarles cuatro a cero mismo, de gana nos dejamos meter esos dos goles. Jodido para el 'Dida' tapar esos penales, solo a él le toca fajarse contra Messi y Suarez a partido seguido, aunque alguno adivinó, pero patean muy duro ese par. Nos han de recibir bonito, cuando ganamos nos tratan bien, somos los mejores del mundo, ponen canciones de la Selección en todas partes, pero cuando perdemos es lo jodido, ahí te critican, no sirves, estas muy viejo, estas muy joven y hasta de lo que te vas a morir adivinan.


Yo sí extraño jugar con gente en el estadio, es otra cosa, uno se emociona viendo al público, aplaudiendo, gritando, cantando el himno; la última vez ni escuché el segundo gol, solo al Mena le oí que gritó “gooool”; pucha, pero con público, ah, hasta lo que se va a un lado ya gritan “gol” y uno se emociona, se contagia. Con Uruguay parecía que estábamos entrenando, no solo por los goles sino porque estábamos muy solos. Pero también me da rabia ver a la gente cuando te insulta, cuando te grita, nunca me olvido cuando vivía mamá, ella sí me iba a ver al estadio, yo jovencito y ya en la selección, y una mala persona, en el palco, donde dicen que van los aniñados educados, había empezado que “saquen a ese negro ”, “negro malo”, “negro tal y cual”, y mamá, que era una persona tranquila, se da la vuelta y le dice “deja de gritarle a mi hijo, vos ni correr has de poder y encima vienes a molestarle”, cómo serían las iras con las que le gritó que no había dicho ni “mu” en el resto del partido, sí me dio tristeza, porque justo esa vez empatamos y mamita lloró conmigo por ese mal día.


Ya quisiera que me vea ahora, bien pagado, titular en el equipo, jugando en el exterior, uno así va contento a defender al país, a jugar por Ecuador, con la ilusión de ganar, de ir vuelta al Mundial, pero no siempre se puede ganar, es difícil pararte en la cancha, a veces las cosas salen y otras veces no, eso tiene que saber la gente antes de insultarnos y bajarnos del cielo al infierno entre un partido y otro. A mí me ayudó mucho el capitán, “verás wambra”, me dijo una vez que nos metieron gol por mi culpa, “uno en la Selección da todo, y el único que te reconoce eso eres vos, vos tienes que salir con la conciencia tranquila, si esperas que el periodista o el hincha te reconozca, olvídate, esos son buitres que esperan verte caído para comerte”, así me dijo el 'Capi', desde ahí me resbala lo que me digan, soy ciego y sordo, por eso juego bien en la Selección, porque no me afecta que me critiquen, yo les tapo la boca en la cancha, y eso les digo ahora a los wambras que llaman a la Selección, porque son wambritos, a algunos les jodemos porque recién les está cambiando la voz; que no se dejen amilanar, que los van a putear hasta porque llueve, pero uno debe responder en la cancha y amar la camiseta, cualquier camiseta y más la de la Selección.


Nos toca primero con Bolivia y luego Colombia, duro va a estar, yo me acuerdo un partido contra Bolivia pero de cuando era niño, me fui a trabajar al centro, porque yo vendía aplanchados con mis hermanos, vendíamos aplanchados hecho paquetito y llevábamos a las tiendas del centro o íbamos ofreciendo en la calle mismo, así vivía yo, orgullosamente lo digo, porque con lo que ganábamos de esos aplanchaditos de a cincuenta centavos o a dólar la funda, podíamos llevar un pan a la casa. Entonces me fui con mi caja de aplanchados al centro y habían estado pasando en una tienda el fútbol, y ganamos, qué emoción, yo feliz, pero ya regresé de noche a la casa, ya no había ni buses y yo todavía con la caja llena de aplanchados, ahí mismo me casqueó mi mamá, pero ya le dije que me quedé viendo el fútbol porque ganamos, con eso se tranquilizó, a ella también le gustaba harto el fútbol y hecha la loca me preguntó cuánto quedamos. No teníamos tele y cuando veíamos fútbol era porque nos reuníamos donde el tío Jacinto toda la familia, pero ese día tocaba trabajar.


Y a los colombianos les tengo un cariño tremendo porque son buenas personas, había un arquero colombiano en el equipo cuando yo empezaba, 'El Paisa' le decíamos, era de Cali porque cuando jugaron la Libertadores allá contaron que pidió concentrar donde la familia. 'El Paisa', qué bestia, qué buena gente, yo ya no podía ir a entrenar porque no tenía ni para los pasajes, a los juveniles no nos pagaban y yo tenía que recorrer toda la ciudad porque vivía bien al sur, donde mi madrina; una vez me dijo, “véngase mijo, usted tiene futuro”, y me dio unos cincuenta centavos para el bus del día siguiente, así un mes; una vez que no tenía sueltos me dio un billete de diez dólares y me dijo “ya para que no jodas hasta navidad”. Si no era por 'El Paisa' me retiraba a los 15 años, ya le he de llamar a saludar, alguien ha de tener el número.


A mis guaguas trato de que no les falte nada, pero sí les cuento cómo vivía yo, ojalá aprendan a valorar el trabajo y el dinero, porque yo, cinco centavos los valoraba como si fueran oro. La nena todavía es bebé, no entiende de estas cosas, pero el otro ya es grande, va para los 12 años, si le tuve cuando yo tenía 17, parece mi hermano, pero es racional, eso es lo bueno de vivir en el exterior y que aprendan eso de la cultura. Va a estar fregado regresar al país, estos guaguas están acostumbrados acá, pero yo me muero por mi patria y por volver apenas acabe el contrato o se me acaben las piernas, porque esto es así, ahora estás en el extranjero y en la Selección, tres años más tarde solo te quedará la casa, la familia y ver a lo que uno se dedica, porque seguir en el fútbol es jodido, a los entrenadores ecuatorianos no les contratan ni les pagan, eso ya descarté, y de dirigente tampoco, esa es rosca de amigos. Por ahí me dedico a la política, para eso mismo me están preparando, o sino algún negocito hemos de poner, pero restaurante no, mi pobre mujer casi se muere con ese negocio, dormía cuatro horas porque desde al mercado le tocaba madrugar. Pero bueno, ya hemos de pensar luego en el futuro, ahorita hago mi maleta mentalizado para jugar, entrenar bien, que me pongan de nuevo como titular y que el país se quede contento, porque ya han de empezar con las campañas políticas para presidente y eso es pelea tras pelea, solo entristecen y le mienten al pueblo, pero nosotros siempre jugamos para sacarles una sonrisa, aunque a veces se pueda y a veces no.

Hinchas de la Tricolor

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