Liga de Quito contrató al DT uruguayo Gustavo Munúa (centro) y su reto será reflotar al club albo

Liga de Quito contrató al DT uruguayo Gustavo Munúa (centro) y su reto será reflotar al club albo

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19 de enero de 2017 16:37

El 'Mundo Liga' ha cambiado mucho en poco tiempo 

Santiago Guerrero

El 2016 fue un año inestable para el 'Mundo Liga'. Los constantes cambios de entrenadores no permitieron que ningún integrante de la familia blanca pueda acostumbrarse a un ritmo de vida y de trabajo.


Los colaboradores internos del club tuvieron que modificar hábitos de un director técnico a otro; los dirigentes tuvieron que acomodarse a la persona que dirigía el proyecto deportivo y los jugadores nunca terminaron de entender por completo ninguna idea táctica el año pasado.

En aproximadamente 15 meses, el 'Mundo Liga' ha visto pasar cinco entrenadores. La final de diciembre del 2015 estuvo al mando de Luis Zubeldía. Luego llegó Claudio Borghi y revolucionó al club. Le fue muy mal y vino Álvaro Gutiérrez que nunca terminó de entender en dónde estuvo. El 2016 cerró en manos de Álex Aguinaga que pagó muy caro sus errores. Y el 2017 empieza de la mano de Gustavo Munúa.

Cada uno de ellos tienen su propia estrategia e idea de juego, con diferentes maneras de entrenar y ver el fútbol, con distintas formas de relacionarse con el club, con posiciones radicalmente opuestas a la hora de enfrentarse a los medios de comunicación y de tratar con los hinchas.

En definitiva, Liga ha sido un huracán de emociones en los últimos 15 meses, donde casi nadie ha podido acomodarse por completo. La falta de resultados ha golpeado en lo futbolístico, pero en lo anímico también.


Es que esta es una realidad distinta para Liga, un club que había vivido un período de estabilidad envidiable en América. Atrás quedaron las épocas de Jorge Fossati, Juan Carlos Oblitas y Edgardo Bauza. Cada uno de ellos permaneció al menos dos años en la 'U'.

Lo del 'Patón' es algo casi imposible en el fútbol actual. En dos períodos acumuló siete temporadas al frente de Liga de Quito. Ni los clubes más importantes del continente han logrado un proceso tan sostenible, con tantos títulos y con el mismo entrenador.

Pero a las buenas o a las malas, Liga ha dado la vuelta a la página y ha empezado a acostumbrarse a su nueva realidad. Este año no se vive la algarabía de enero del año pasado, donde la presencia de Claudio Borghi ilusionaba a propios y extraños.

Esta temporada las cosas parecen ser distintas. El 2016 dejó secuelas y los jugadores que quedaron todavía hablan de una revancha. En declaraciones a los medios este jueves 19 de octubre, Daniel Viteri fue muy sincero: "sabemos que los hinchas están molestos y que quieren títulos; nosotros sabemos dónde estamos y debemos hacer quedar el nombre de Liga en lo más alto".

Gustavo Munúa no se parece a ninguno de los últimos cuatro entrenadores que ha tenido Liga.
El uruguayo se cuida en sus palabras, no da declaraciones rimbombantes y no intima con la prensa. Entiende que tiene que hablar ante los micrófonos porque ese es su papel, pero no le gusta la polémica ni el protagonismo.

Y eso se ha contagiado al resto del 'Mundo Liga'. Parece que todos prefieren andar con cautela porque entienden que han vuelto a empezar de cero. Es que en Ponciano no se festeja un título hace seis años y se ha perdido la costumbre de celebrar algo cada diciembre.


¿Qué va a pasar? La expectativa es enorme. La hinchada está ilusionada porque el equipo se ha reforzado con nombres de calidad a gusto del entrenador y la misma dirigencia se ha encargado de meterle presión al equipo. "El hincha tiene que ilusionarse", dijo Esteban Paz en declaraciones a una radio capitalina, después de confirmar los fichajes de Felipe Rodríguez y Hernán Barcos.

Será un año difícil para Liga, porque se encuentra en plena etapa de reconstrucción y la meta es lograr un título local. Además, los rivales esta temporada aparecen complicados. Ya lo reconoció este jueves el mismo Munúa, al señalar que Barcelona y Emelec le sacan una ventaja. Pero tampoco hay que descartar a otros planteles como Independiente y El Nacional, que el año pasado ya sorprendieron.

Las cartas están por repartirse y será la hora de empezar a jugar. Hagan sus apuestas.