Gente Roja activa pedido a asamblea extraordinaria en El Nacional
En vista que el directorio no convocó a asamblea ordinaria de socios, la agrupación Gente Roja presentó alrededor de 300 firmas a la directiva de El Nacional para que se convoque a asamblea extraordinaria. Lo hizo el 3 de febrero de 2022.
La petición dirigida a la directiva se remitió con copia al Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (Comaco) y al Ministerio de Defensa. Las 300 firmas corresponden al 2% de la masa societaria del club, que se estima en unos 12 mil socios.
ASAMBLEA EL NACIONAL| Cumpliendo con el sentir generalizado de socios e hinchas hemos presentado la petición respaldada con el 2% de firmas, para que sea obligatoria la CONVOCATORIA.
— GeNte Roja Ec (@GeNteRojaEc) February 3, 2022
Con copia a: @DefensaEc @FFAAECUADOR @DeporteEc @FEFecuador @AFNAPichincha pic.twitter.com/WLyptAfTpu
Este pedido lo basan en el estatuto del club, que les permite recurrir a este mecanismo para activar el llamado a asamblea extraordinaria.
En la solicitud, Gente Roja pide que la citación a la junta societaria se emita en un plazo de ocho días a partir de la recepción del pedido y que la asamblea se realice bajo los respectivos protocolos de bioseguridad y distanciamiento social.
Se pide, además, que se convoque para un día no laborable, de manera presencial, telemática o mixta; que cuente con los sistemas informáticos de la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE) y se haga con la presencia de un notario y de delegados del Ministerio de Defensa y de la Asociación de Fútbol No Amateur de Pichincha (AFNA).
Según el estatuto, en su artículo 23, se establece que la asamblea general ordinaria debe ser convocada hasta el 30 de enero de todos los años, esto no se cumplió. La directiva había comunicado al Comaco que pretendía realizarla el 28 de enero, pero nunca se notificó a los socios y tampoco se explicó los motivos de no efectuarla.
La actual directiva, presidida por Lucía Vallecilla, fue electa para el período 2019-2023. Bajo su administración el equipo descendió a la serie B en 2020, generó juicios por despidos intempestivos a personal del club, fue sancionada por la LigaPro al no ceñirse a los parámetros de control financiero y fue suspendida por la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), por incumplimiento de pagos a varios jugadores y otros colaboradores.