La Alianza Francesa fue la tribuna de la final para los galos residentes en Quito
Más de 400 personas se reunieron en la Alianza Francesa para disfrutar la final de la Copa del Mundo. Los franceses y ecuatorianos tuvieron a su disposición una televisión mediana, ubicada en el interior del lugar, y dos pantallas gigantes, una en el patio y otra en el auditorio.
Los asistentes festejaron el primer gol con cervezas en mano, vuvucelas, caras pintadas, globos y bastantes aplausos. Pero la esperanza de ser campeones se ahogó un poco cuando Croacia concretó el empate.
Los rostros preocupados empezaron a verse, hasta que el árbitro argentino Nestor Pitana se acercó al VAR para determinar el penal a favor de los franceses. Los gritos de apoyo a los jugadores cesaron y los asistentes se quedaron en silencio para observar cómo Antoine Griezmann efectuaba la pena máxima.
Con un resultado de 2-1 terminó el primer tiempo. Fueron 15 minutos para comer algo y conversar hasta que inicie la segunda parte del encuentro. La gente se ubicó en sus puestos y comenzaron a gritar a su selección.
Cuando llegaron dos goles más de los franceses, se vivió un ambiente de tranquilidad y algarabía en el patio, el auditorio y también en el interior del lugar. Dicha felicidad mermó cuando el arquero de Francia, Hugo Lloris, tuvo una fatal equivocación y regaló el segundo gol a Croacia.
Esto permitió que durante los últimos 10 minutos los croatas intentaran descontar la diferencia, y con cada una de estas jugadas los asistentes gritaban desconcertados a la espera de que finalizara el partido y Francia fuera campeón.
Cuando se terminó el encuentro, franceses y ecuatorianos saltaron, se abrazaron y celebraron la ganancia de la selección gala.
El embajador francés, Jean Baptiste Chauvin, estuvo presente durante todo el partido y también la celebración. “Vamos a festejar la ganancia como lo hacemos en Francia, con champaña”, comentó el diplomático.
