Liga se volvió a prender con un triunfo sobre Vasco Da Gama
Liga de Quito es un club que vive en eternas contradicciones. El equipo volvió a sufrir hasta los últimos minutos, pero al final imprimió un 3-1 sobre el Vasco da Gama, por la segunda fase de la Copa Sudamericana 2018. La vuelta será el 9 de agosto en Río de Janeiro.
Y es que el primer tiempo de los albos fue uno de los mejores en toda esta campaña. No fue un equipo de nostalgia. No extrañaron a su goleador Hernán Barcos. Demostraron que no son necesarios los líderes que abandonan a su club, sino los jugadores comprometidos.
Cuando todos esperaban un equipo defensivo, una Liga cautelosa como aquella Francia de Rusia 2018, los azucenas se pusieron adelante con un toques vistosos y la potencia de Anderson Julio. Como si fuera un cohete, el extremo noqueaba a Henrique con su rapidez y habilitaba con centros finos al área rival.
Apenas pasaron cuatro minutos, cuando una de esa pegadas con la derecha tocó en la cabeza de Anangonó y con un potente remate desvió al golero Martín Silva, para conseguir el primer gol.
A los 'almirantes' se les hundía el barco. Durante todo el partido los brasileños jugaron con un desorden colectivo y demasiada desprolijidad al momento de tocar el balón. La velocidad del juego albo desesperaba a su rival y el segundo tanto ocurrió a los 20 minutos, cuando el Vasco ni siquiera se recuperaba del primero.
Anderson Julio habilitó desde la derecha a su hermanastro Jhojan y este aprovechó un rebote de Silva para marcar otro gol, que parecía finiquitar el compromiso.
A pesar de que Liga exhibía fortalezas, también parecía complicarse en la mitad de cancha, donde Édison Vega y Jefferson Orejuela perdían balones con facilidad. Estos fallos se transformaron en oportunidades erradas y Jhojan Julio perdió un tercer tanto a los 28 minutos, cuando tenía el arco a su favor.
El DT Pablo Repetto parecía conformarse con los dos goles y en la segunda parte Liga mostró esos errores colectivos que pudieron complicarle en la clasificación a los octavos de final. Otra vez fue el plantel de los nervios, de las imprecisiones, de los errores forzados...y hasta de los penales absurdos.
A los 51 minutos, Franklin Guerra derribó en el área a Kelvin y no sirvieron de nada los insultos de los hinchas y los reclamos de los jugadores hacia el árbitro. Thiago Galhardo cobró el lanzamiento y anotó el descuento, en un cotejo que parecía liquidado para Liga.
El gol desarmó el esquema de Repetto. Ya no era el equipo vistoso y veloz. Era un plantel nervioso y desesperante. De controlar el partido y las jugadas, pasó a disparar con poca precisión o directo a las manos de Silva. El Vasco jugaba a defenderse. No le interesaba marcar, sino contener un resultado que les parece más favorable. Un gol en Río y estarían clasificados.
En esa desesperación apareció el brillo de Anangonó y la justicia para el partido. El esmeraldeño ganó un centro de Aníbal Chalá con su corpulencia y anotó un gol de salvación. Eran los 86 minutos del encuentro y tras padecer durante toda la segunda parte, Liga se llevó el premio a uno de sus mejores partidos.
La vuelta será en dos semanas y bastará solo de un empate para que la 'U' vuelva a estar entre los 16 mejores de uno de sus torneos favoritos. Su rival saldrá del partido entre Deportivo Cali y Bolívar.