Gracias Ecuador, Campeón del Sudamericano Sub 20

Ecuador rompió la historia del fútbol sudamericano. Por primera vez se coronó campeón a escala selecciones. El equipo Sub 20 superó a todos en el hexagonal final para levantar el trofeo y llegar al Mundial de la categoría en Polonia con el membrete de monarca de Sudamérica. 

La campaña de la 'Mini-Tri' fue brillante. Y aunque sufrió dos derrotas ante Uruguay (fase grupos y en el hexagonal), siempre se mostró superior a sus rivales en la cancha. El premio fue el título, gracias también al triunfo que logró Brasil 1-0 ante Argentina en el juego de fondo. Los gauchos solo necesitaban el empate para ganar el Sudamericano en Chile.

El exitoso camino de Ecuador se sustentó en su fútbol colectivo y el desequilibrio individual de sus jugadores. "El talento individual de los chicos fue fundamental. Tenemos cuatro o cinco chicos que pueden desequilibrarte en cualquier momento, como en el primer gol del penal (sobre Venezuela). El equipo juega como a mí me gusta", expresó el entrenador Jorge Célico, en la conferencia de prensa posterior al encuentro.

En las dos etapas (de grupos y el hexagonal final), la 'Mini-Tri' sumó 19 puntos en nueve partidos. Marcó 14 goles y apenas recibió seis tantos. Célico fue el gran artífice de este histórico resultado. "Gran logro del DT Célico y de todos los muchachos que pusieron todo en la cancha. Cuentan con el respaldo de esta nueva FEF (Federación Ecuatoriana de Fútbol)", destacó Francisco Egas, electo titular del organismo, en su cuenta de Twitter.

Célico tomó las riendas de la Sub 20 bajo la administración de Carlos Villacís, por recomendación justamente de Egas. El DT dirigió a la Universidad Católica hasta el 2017, cuando llegó a la FEF como director de las categorías menores por sus 27 años de experiencia. Ahí empezó el proyecto que culminó con este éxito en suelo araucano.

"Juntamos una gran generación de jugadores. Siempre recibí la confianza de la Federación (Ecuatoriana de Fútbol, FEF), con la directiva que salió y la actual...", agregó el entrenador gaucho.

Célico y sus pupilos observaron atentos el encuentro de fondo entre la albiceleste y los brasileños. Tras el pitazo final, todos celebraron a rabiar. Abrazos y lágrimas se conjugaron en las gradas del estadio El Teniente, en Rancagua. El anhelado trofeo, los vítores, la música y el papel picado esperaban por este histórico combinado. 

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