Luis Suárez

El delantero uruguayo Luis Suárez le volvió a dar el triunfo al FC Barcelona. Foto: EFE.

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3 de noviembre de 2018 17:20

El FC Barcelona remontó en cinco minutos y mantiene el liderato

Agencia DPA

El Barcelona conquistó una agónica victoria en la Liga española al imponerse por 3-2 al Rayo Vallecano con un doblete del inspirado Luis Suárez, que volteó el duelo por la undécima fecha en el último suspiro.


Cuando todo apuntaba a un empate 2-2, después de que durante muchos minutos se contara la segunda derrota azulgrana por 2-1, el gol de Suárez, en el 90', firmó un triunfo tan costoso como épico.


El propio delantero uruguayo había abierto el choque en el minuto 11, antes de que el Rayo lo volteara por medio de Jose Ángel Pozo en el 35' y de Álvaro García en el 57'. Ousmane Dembélé lo igualó en el 87' y Suárez, definitivamente, lo volteó.


Suárez evitó el desastre en el último suspiro y los dirigidos por Ernesto Valverde se mantuvieron solos al frente de la clasificación. La primera media hora del choque fecha fue claramente de un Barcelona que, en la línea de los últimos partidos, mantuvo la presión muy alta, se adueñó por completo del balón y se adelantó bien pronto con un gol de Luis Suárez.


En ausencia del lesionado Lionel Messi, el delantero uruguayo volvió a liderar la ofensiva azulgrana y se convirtió en el mejor aliado de Jordi Alba, su asistente en el primer tanto. Dueño un partido más de la banda izquierda, el lateral del Barcelona insistió en su jugada preferida y, a los 11 minutos, Suárez convirtió su medido centro en gol.


El delantero 'charrúa', con ocho tantos, igualó entonces al gallego Iago Aspas como máximo anotador de la Liga. Después, lo superó. Así las cosas, todo parecía pintar de cara para los de Valverde hasta que el Rayo despertó.


Lo hizo de manera inesperada, tras una jugada aislada en la que Pozo tuvo el empate, completamente solo en el área, y no lo firmó. Demoró apenas unos minutos en hacerlo. Espoleado por la inesperada ocasión, el centrocampista español se redimió de su fallo con un fantástico disparo desde la media luna que entró pegado al palo de Marc André Ter Stegen.


El choque dio un vuelco. Desconcertado por el empate, el campeón español no supo cómo reaccionar. Junto al control perdió desequilibrio y también profundidad. Solo Suárez, con un disparo que se estrelló en el palo y otro que salió desviado, intentó algo. Pero lo peor estaba por llegar.


La rápida intervención de Valverde a la vuelta de la pausa dando entrada a Dembélé en el lugar del apagado Rafinha no mejoró las cosas. Más abierto que nunca, el choque parecía ideal para el francés.


Acelerado como de costumbre, erró sus primeras intervenciones y sólo se redimió, hacia el final del duelo, con el gol. El Rayo, mientras tanto, creció y creció. Emulando a su vecino Leganés, verdugo también del Barcelona en Madrid, el equipo de Míchel volteó el duelo con un tanto que ilustró todas las carencias de los catalanes.


La defensa azulgrana no estaba armada para impedir que Raúl de Tomás rematara al palo el gran centro de Embarba ni tampoco para impedir que que Álvaro García atrapara el rechazo y firmara el segundo gol.


El Barcelona revivió la pesadilla de Leganés. Y no supo cómo salir de ella, como si de repente se hubiera olvidado de jugar. Valverde volvió a mover el banco en busca de la reacción. Arturo Vidal sustituyó al desdibujado Arthur y Munir, al intrascendente Philippe Coutinho.


Casi nada cambió hasta que Dembélé, en una jugada a la desesperada, llegó al remate y empató a dos. Y Suárez, el alma del Barcelona desde que Messi se ausentó, sobre la hora, concretó la remontada. 


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