Los juveniles que residen en el complejo del IDV se trasladaron a sus ciudades de nacimiento por las restricciones. Foto: Cortesía de IDV

Los juveniles que residen en el complejo del IDV se trasladaron a sus ciudades de nacimiento por las restricciones. Foto: Cortesía de IDV

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19 de marzo de 2020 12:28

Independiente armó un operativo de 12 horas para enviar a sus juveniles hasta sus ciudades

David Paredes

Independiente del Valle evacuó su complejo como medida de prevención del covid-19. La dirigencia tomó la decisión de enviar a sus casas a los 130 juveniles y deportistas que viven en Chillo Jijón, con un operativo que requirió cerca de 12 horas de trabajo coordinado.


Los rayados, con su estructurara empresarial, se reunieron el pasado lunes 16 de marzo del 2020 para decidir qué hacer con los futbolistas que viven y se entrenan en sus instalaciones. La idea era que pudieran ir a sus casas, pero sin que tuvieran riesgo de contagios del virus que ha puesto a todo el mundo en vilo y a toda la región en cuarentena.

“Tener a los jóvenes en nuestras instalaciones es una responsabilidad gigante ante la situación que vive el mundo. Al principio tuvimos comunicación directa con los padres. La idea, como club, era que permanezcan en el complejo, porque considerábamos que podíamos aislarlos y controlarlo”, asegura Santiago Morales, gerente general del cuadro rayado.

Pero tras las fuertes medidas del gobierno comunicadas el mismo lunes 16, la dirigencia cambió de criterio. A las 10:00, las cinco áreas de gestión del club se reunieron y armaron un plan de evacuación de carácter urgente.

“Los padres de los juveniles estaban preocupados por la situación. Recibíamos constantes llamadas para conocer qué íbamos a hacer con ellos”, recuerda Roberto Arroyo, coordinador del Independiente Juniors y exdirector de formativas del club.

En esa reunión se planificó cómo sería la evacuación de todos los juveniles, jugadoras del equipo femenino, dos jugadores de Primera y de 15 chicos que estaban a prueba en esos días.

“Lo primero que hicimos fue levantar información para conocer con exactitud a qué ciudades y pueblos debían llegar nuestros jugadores. Contratamos buses, furgonetas y taxis, de acuerdo a la cantidad de jugadores por ciudad”, dice Morales.

Se crearon cinco rutas que llegaron a El Oro, Guayas, Los Ríos, Esmeraldas, Napo, Orellana, Sucumbios, Manabí, Santo Domingo e Imbabura. En total, fueron trasladados 121 jugadores.

Operativo del Independiente del Valle


El club también quería evitar que sus jugadores tengan contacto, durante su traslado, con personas ajenas del equipo. Cada medio de transporte contratado fue fumigado antes de que ingresara al complejo.

“Antes de que cada bus, van, taxi y medio de transporte utilizado ingresara al complejo, fue desinfectado y fumigado. Queríamos tener certezas de que nuestros jóvenes iban bien resguardados y sanos”, dijo Morales.

A cada jugador se le entregó una dotación de bebidas hidratantes, aguas y jugos para el tiempo que dura la cuarentena que exige el club. Los transportistas recibieron cuatro litros de gel antibacterial para cuando los chicos bajaran del bus a comprar en gasolineras o al baño.

Wendy Montiel, jefa del departamento médico del club, fue la encargada de darles información a todos los juveniles sobre las medidas de prevención. Se les explicó todo lo que se sabe del virus covid-19, su forma de contagio y los síntomas que se presentan.

Ella fue quien coordinó el tema de salubridad durante el traslado de los futuros cracks del cuadro sangolquileño.

Arroyo reveló que el monitoreo era constante. Todos los jóvenes fueron transportados hasta sus casas y recibieron una carta de compromiso que debía ser firmada por sus padres o responsables de su custodia.

“A todos, incluidos los jugadores de primera, se les entregó una carta de responsabilidad y compromiso. Esto, con el fin de que los padres se hagan cargo del cuidado de nuestros jugadores”, aclaró Morales.

El traslado de los jugadores empezó a las 15:00 del lunes. Se lo hizo a esa hora para que todos se fueran del complejo alimentados. Una de las principales preocupaciones que existía eran los controles y restricciones de movilidad que puso el gobierno. Sin embargo, desde la dirigencia se coordinó con las autoridades locales para que los buses, taxis y distintos medios de transporte pudieran circular libremente hasta sus destinos.

El operativo terminó a las 03:00 del martes 17. Los últimos jugadores en arribar a sus casas fueron los de Machala y Naranjal.

El club todavía no tiene certezas de cuándo se retomarán las actividades y se planea que el retorno de sus futbolistas se realice con un operativo similar.

Eso sí, todos son monitoreados cada día por un equipo técnico conformado por un preparador físico, un fisioterapeuta y personal del departamento médico.

“Estamos al tanto de cada movimiento que hacen nuestros jugadores. Nos interesa saber que están bien en todas las categorías”, aseguró Morales.