La conquista de la Sudamericana sigue intacta en Independiente
Los recuerdos del histórico triunfo del 2019 todavía están intactos en los hinchas, directivos, entrenadores y jugadores del Independiente.
El elenco ecuatoriano se consagró al ganar con autoridad la Copa Sudamericana, en una final con tintes épicos que se disputó en el estadio General Pablo Rojas de Asunción, el 9 de noviembre.
El club rayado se impuso 3-1 al Club Atlético Colón, en un partido marcado por un aguacero que obligó a la suspensión de las acciones por casi una hora.
Pese a eso, y a contar con el estadio en contra porque los hinchas argentinos coparon los graderíos, el equipo del DT Miguel Ángel Ramírez impuso el ritmo y ganó sin objeciones para escribir una de las páginas gloriosas en la historia del fútbol ecuatoriano a nivel de clubes.
Los goles del título los convirtieron Luis Fernando León (27’), Jhon Sánchez (42’) y Cristian Dajome (96’). El descuento para el elenco argentino lo marcó Emmanuel Olivera (88’), en un encuentro en el que incluso el golero Jorge Pinos atajó un penal.
Esa final la jugaron también Anthony Landázuri, León, Richard Schunke, Luis Segovia, Dajome, Alan Franco, Cristian Pellerano, Efrén Mera (R. Garcés), Sánchez (Alejandro Cabeza) y Gabriel Torres (Washington Corozo).
Por coincidencia, el camino del IDV en la Copa Sudamericana empezó ante el Club Atlético Unión, el otro tradicional equipo de Santa Fe, en Argentina.
Unión ganó 2-0, el 20 de marzo, mientras que los rayados ganaron por el mismo marcador en Quito, el 17 de abril. Ante la igualdad en el global, ese cotejo se definió en penales y de esa manera el ‘Matagigantes’ pasó la primera ronda.
Luego quedaron en el camino la Universidad Católica, de Chile; Caracas, de Venezuela; Independiente de Avellaneda (Argentina) y el Corinthians, de Brasil.
En esa primera semifinal, disputada en la Arena de Sao Paulo, el IDV se impuso por 2-0, el 18 de septiembre.
El cotejo de vuelta, el 25 de septiembre en el estadio Atahualpa de Quito, finalizó igualado 2-2.
Con eso, los rayados se clasificaron para disputar su segunda final continental. Antes, en el 2016, ya habían jugado por el título de la Copa Libertadores ante el Atlético Nacional de Medellín, elenco que a la postre se alzó con la corona.
Esas dos finales siguen intactas en el recuerdo de Christian Cachipuendo, técnico de la Sub 16 del elenco de Sangolquí. En el 2016, el entrenador ingresó como pasante y fue testigo de la locura que se armó alrededor de esa inolvidable campaña.
Luego continuó con sus estudios y para el 2018 lo llamaron para integrarse a trabajar en el equipo. Un año después, también vivió de cerca el camino a la final de la Sudamericana.
Cachipuendo tiene 27 años y nació en Atuntaqui, aunque pasó la mayor parte de su vida en Tabacundo, en Pichincha. Luego estudió en la Espe y además siguió la carrera de director técnico en el Instituto de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF).
Él recuerda que para el día de la final, entrenadores, jugadores juveniles y hasta personal administrativo se reunieron en un restaurante cercano al complejo para mirar juntos el encuentro ante Colón.
“La final la vimos aquí, por parte del club nos dieron un lugar, con pantalla gigante, y estuvimos todos los entrenadores juntos. Seríamos unas 50 personas, que apoyamos desde acá”, recordó el joven estratega.
“Esa campaña del equipo empezó con un cambio, cuando asumió Miguel Ángel Ramírez con su cuerpo técnico. Ese fue como el inicio, y luego fueron superando fases, contra clubes gigantes, con los chicos de proceso que compitieron en ese primer equipo que fue algo fantástico. Vivir de cerca eso fue bonito”, añadió Cachipuendo, quien todavía se emociona al recordar la conquista de la Sudamericana.
