Oscar Quagliatta, actual asistente técnico de Liga de Quito

Oscar Quagliatta, actual asistente técnico de Liga de Quito. Foto: API

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13 de diciembre de 2019 15:40

Los asistentes de Delfín y LDU tienen su peso en la final del fútbol ecuatoriano

Alex Puruncajas

Cuando Fabián Bustos sospecha que uno de sus dirigidos atraviesa un conflicto personal, le pide a su asistente Rolando Azas que averigüe las razones. Azas, paraguayo de 48 años, escucha e indaga al jugador del Delfín. Con ello, ambos hacen una evaluación y buscan una solución al conflicto. Los futbolistas suelen acudir al asistente y le cuentan sus dilemas. En las concentraciones, además, bromean con él. 


“Fabián es un técnico muy minucioso
y le gusta estar pendiente de todo”, expresa Azas sobre el entrenador, a quien conoció en el 2015, en Manta. Entonces, se desempeñaba como técnico de las formativas del Delfín y Bustos llegó para asumir como DT del plantel principal. Se unieron y lograron el ascenso a la Serie A.


La relación de trabajo se convirtió en un vínculo de amistad con los años. Azas suele ir con su novia al hogar del argentino para compartir asados. “Cuando él hace el asado yo no me meto. Y cuando lo preparo yo, él también debe mantenerse al margen”, expresa el paraguayo y suelta una carcajada.


Bustos se encarga de analizar los videos de los rivales con la ayuda del departamento de prensa. Luego, transmite sus impresiones a Azas, al preparador físico Marcos Connena y al preparador de goleros Carlos Caicedo.


El estratega también suele enviarle videos a través de Whatsapp y procura encontrar fórmula para mejorar el desempeño de sus dirigidos. Eso lo cuenta todos los días antes de las prácticas.


Es común que ambos lleguen una hora antes de la práctica al Complejo Los Geranios, en Manta, para diseñar el trabajo del día. Tras la práctica también se quedan una hora para analizar el desempeño de sus dirigidos. En la primera final, ante Liga de Quito, se mantuvieron muy activos en la banca técnica del estadio Rodrigo Paz. Bustos lo regresaba a ver constantemente y le transmitía sus preocupaciones. 


“En el partido hablamos mucho con Fabián sobre nuestros laterales. A ellos les dijimos que debían mantenerse muy cerca y cerrar bien los espacios de los extremos de Liga. Eso fue fundamental”, revela Azas sobre el encuentro.


Bustos reunió a sus colaboradores antes de la final. “Tomó una decisión y nos dijo que nos llevaría a otro equipo en caso de que se presente la oportunidad”, reveló Azas.


En la otra banca técnica del partido del miércoles, el estratega Pablo Repetto y su asistente Óscar Quagliata también se mantuvieron en constante comunicación.


Los uruguayos, ambos con la cabeza rapada, se conocen desde la juventud cuando jugaban en el Fénix, de su país. En el 2010, se volvieron a encontrar y empezaron a trabajar juntos en la dirección técnica. Repetto es muy celoso de su trabajo y siempre le pide a su colaborador que mantenga reserva sobre sus planes.


Entre ambos, hay una relación de respeto y amistad, pese a la diferencia de edad. El estratega tiene 45 años, 10 menos que su asistente. Ambos suelen afinar la estrategia del equipo en la concentración en Pomasqui y luego se marchan a sus hogares. Suelen tomarse un café antes de las concentraciones. Repetto también le ha pedido que se acerque a los jugadores para conocer sus preocupaciones.


“Con Pablo somos de hablar mucho y buscar las mejores soluciones para el bien del equipo”, detalla el técnico, con el que ha logrado sus mejores éxitos como profesional. Ambos estuvieron en el subcampeonato de la Copa Libertadores, alcanzado con el Independiente del Valle, en el 2016. Los otros integrantes del cuerpo técnico de la ‘U’ son el preparador físico Roberto Teixeira y el adiestrador de goleros Humberto Pretti. El domingo 15 de diciembre del 2019, los asistentes estarán detrás de los técnicos, en la revancha de la final, en el estadio Jocay, desde las 15:00. 




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