Los reclamos a los árbitros en la LigaPro son a conveniencia
El nivel del arbitraje ecuatoriano en los partidos del Campeonato es deficiente. Al entrar en la recta final del año han quedado expuestos errores arbitrales groseros. Se pitan penales que no son, se sancionan faltas de contacto mínimo, no se pitan penales claros y se reparten tarjetas amarillas y rojas como caramelos.
A esta altura del año comienzan las presiones de todo lado en contra del gremio arbitral. Fecha a fecha ya se escuchan reclamos. El sábado fue Fabián Bustos, DT del Delfín. Dijo que pedía “más justicia” porque no le sancionaron tres penales. Pero no dijo nada sobre el penal que le pitaron, pero que no fue.
Pasó igual con Luis Alfonso Chango, del Mushuc Runa. Él, en cambio, dijo que Macará no necesitaba de ayudas arbitrales. El sábado, sin embargo, no dijo nada sobre el penal que le pitaron y que tampoco era. Pasó lo mismo con Ismael Rescalvo, DT de Emelec. El español puso reparos a las decisiones de los cinco árbitros que estuvieron en el partido ante Liga de Quito.
Ese es el gran problema. Futbolistas, directivos y empresarios reclaman solamente lo que los perjudica. Cuando se benefician, no dicen pío. Los árbitros deben mejorar bastante, pero también los actores (futbolistas) deben contribuir a mejorar el espectáculo. Dejar de fingir faltas y ayudar al espectáculo.
El fútbol sirve para transmitir valores, pero se debe entender que la 'viveza' no es una virtud. Es un mal que mete más leña a las equivocaciones de los árbitros. Hay que empezar a trabajar en eso también.