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Quinteros, Emelec y la Tricolor: un acuerdo 'perder-perder'

Francisco Sandoval,

EL ILUMINADO

En los negocios como en la vida, la habilidad de lograr acuerdos que beneficien a todos se vuelve cada vez más importante. Que todas las partes que intervienen en una negociación resulten beneficiadas es considerado como un gran éxito. Esto es lo que se conoce como un acuerdo “ganar-ganar” (o “win-win”, como la gente prefiere decirlo, no sé si porque es más fácil de pronunciar o porque suena más interesante), y es lo que, en teoría, todos quieren alcanzar.

@emelec_max

Digo “en teoría” porque existen negociaciones en las que no todos parecen tan interesados en resultar beneficiados. Precisamente en estos días, los ecuatorianos hemos sido testigos de los efectos nefastos de una de estas negociaciones, en las que por ahora no parece haber ganancia para nadie.

No se confundan, no me estoy refiriendo a la tensión social que vive actualmente nuestro país. Hablo del lamentable papel(ón) que la Selección Ecuatoriana de Fútbol está haciendo en tierras chilenas, con motivo de la Copa América.

¿Cómo llegamos a esto? Simple: todo comenzó con una negociación entre la FEF, Emelec y Gustavo Quinteros, con el objetivo de que este último se hiciera cargo de la dirección técnica de la Selección, después del fracasado interinato de Sixto Vizuete.

A simple vista, todos los participantes de este acuerdo obtendrían algún tipo de ganancia. La Ecuafútbol lograría contratar un buen técnico, con antecedentes exitosos, que conoce el medio y que, con toda seguridad, le costaría mucho menos que otros candidatos con similares características, como Edgardo Bauza.

Quinteros, por su parte, lograría cumplir su tan anhelado u2013y publicitadou2013 deseo de comandar a la u2018Triu2019 en su camino hacia la Copa América 2015 y el Mundial de Rusia (por confirmar) 2018, además de ganar mucho prestigio a escala internacional y el sólido aumento en sus ingresos económicos que tuvo que resignar cuando rechazó una propuesta del fútbol de Oriente Medio para permanecer en Emelec.

¿Quinteros ganó algo? Además de plata, parece que no. Por la forma en la que le está yendo a Ecuador en la Copa América, parece que el sueño de convertirse en un DT prestigioso y cotizado en los grandes mercados futbolísticos mundiales tendrá que esperar. Y si a eso le sumamos la mordaz crítica de la prensa deportiva, resentida por la falta de presencia u2018torerau2019 y u2018albau2019 en la convocatoria actual, da la impresión de que el período del u2018Fachau2019 al frente de la u2018Triu2019 no durará ni hasta el inicio de las eliminatorias. Quién sabe.

Y por último, la Ecuafútbol, que tanto apostó por limpiar su propia imagen a través de la contratación de Quinteros u2013y la consiguiente u2018lavada de carau2019 que esto significaría para la Selecciónu2013, tampoco puede considerarse ganadora de esta negociación. Los malos resultados en Copa América son el claro reflejo de las decisiones tardías (el interinato de Vizuete duró demasiado), la personalidad caprichosa del técnico elegido por Chiriboga, el mal ambiente que ciertos jugadores logran introducir al camerino u2018tricoloru2019 incluso sin estar convocados, entre otros factores. Con el #FueraChiriboga nuevamente en plena vigencia entre la hinchada, es difícil negar que el ingeniero y su hacienda particular (sí, me refiero a la FEF) también perdieron.

El resultado final es muy claro: Emelec perdió, Quinteros perdió, la FEF perdió, el fútbol ecuatoriano perdió. Este acuerdo “perder-perder” es tan excelso, que si tratamos de incluirlo en un manual de negociación como ejemplo de lo que no se debe hacer, seguro lo rechazarían por parecer inventado.


Por último, Emelec, al permitir la libre salida de Quinteros del club, se beneficiaría de algo simple pero muy significativo en el ámbito del fútbol nacional: ganarse el favor de Luis Chiriboga. Al quitarse del camino que separaba al u2018capou2019 de su objetivo, la dirigencia u2018eléctricau2019 esperaba reducir la notoria hostilidad que siempre ha mantenido la FEF hacia el club, heredada de la época en la que Barcelona hacía y deshacía las cosas a su antojo al interior del ente rector de nuestro fútbol.

Sin embargo, el espejismo del “ganar-ganar” les duró poco a todos los involucrados. Si vamos en orden cronológico, el primer decepcionado fue Emelec, que no solo no consiguió que las cosas le fueran aunque sea un poco más favorables en la Ecuafútbol (todo lo contrario: el jugador u2018eléctricou2019 Javier Charcopa recibió una exagerada sanción de 6 meses u2013luego reducida a 2u2013 por una agresión al árbitro que nunca fue demostrada), sino que además tuvo que empezar desde cero -en lo futbolístico- con un nuevo DT que, lejos de cumplir su promesa de mantener al equipo funcionando tal y como lo hacía bajo el mando de Quinteros, decidió imponer sus propias (y muy defensivas) ideas, reduciendo a la vez el poder ofensivo que le había dado al club su más reciente bicampeonato. Emelec perdió, definitivamente.

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