La paralización del fútbol ecuatoriano entra en un proceso de negociación. Foto: Wladimir Torres / El Comercio

La paralización del fútbol ecuatoriano entra en un proceso de negociación. Foto: Wladimir Torres / El Comercio

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8 de septiembre de 2016 11:35

Entre el ruido de la furia y las ganas de calmarse, solo hay incertidumbre

Santiago Estrella


Están comenzando las negociaciones. Luego del anuncio de los jugadores y los árbitros sobre la paralización del campeonato, comenzaron las conversaciones, con la esperanza que se ceda en la medida. Mientras tanto, todo es una incertidumbre.


Los gremios de futbolistas y de árbitros sostienen que habrá paso atrás. En cambio los dirigentes de los clubes están en contra. 

Uno de ellos es el dirigente de Liga de Quito, Esteban Paz. ¿La razón? Su club sí está al día con los jugadores. Y hasta dijo que si apoyan a la huelga, recibirán una sanción. 

Paz también dijo que el presidente de la Universidad Católica, club que será su rival en esta fecha, Francisco Egas le dijo que tampoco van al paro y que la decisión de ambos cuadros es acudir al encuentro.

En declaraciones a radio La Red, recordó que ya se quiso hacer una paralización el año pasado, pero que habría significado un perjuicio para el jugador porque habría reducido el tiempo de descanso para la próxima temporada. 

"No se puede apoyar una causa que no está bien concebida", dijo, no sin antes señalar que “Esto tiene que parar porque genera falta de credibilidad del fútbol ecuatoriano. El problema nos está rebotando al resto y esto no puede continuar".

El presidente de Mushuc Runa, Luis Chango, no quiere que la medida afecte el rendimiento de su equipo que está puntero en la segunda etapa. 

"Es molesto que se paralice el campeonato, especialmente para Mushuc Runa que venía bien en el torneo. La AFE y FEF tienen la culpa porque no pusieron mano dura a la situación, eso perjudica a los que estamos al día”, dijo Chango a Radio La Deportiva. 

Añadió una crítica a los jugadores: “jamás serán leales, ahí es cuando existen problemas en los equipos. No hay que dejar que el jugador maneje al dirigente, se debe poner mano dura en la situación". 

Ahora todo depende de cuál es la medida de fuerza que tendrán la AFE y el gremios de árbitros para llevar adelante la medida.