Repetto aún está de luto por la final con Barcelona

Pablo Repetto afirma que nadie en la calle ni en sus paseos por los centros comerciales le ha reclamado por la actuación de Liga de Quito en la final perdida ante Barcelona.

El único que se animó a criticar al entrenador fue un niño de 10 años, un compañero de escuela de su hijo mayor, Faustino. El pequeño hincha albo fue a la casa de los Repetto para realizar una tarea escolar. El DT le abrió la puerta y el niño sin más ni más le espetó: “Debías enseñarles a cobrar bien los penales”. ¿Qué hizo el técnico? “¿Qué voy a hacer? Sonreír y hacerlo pasar”, confesó el uruguayo.

Repetto intenta mirar al frente, pero la caída en la final ante los toreros, del pasado 29 de diciembre, es un inri que amenaza con acompañarlo por largo tiempo. “Es como un duelo. Es como la pérdida de un familiar. Nosotros debimos haber sido campeones antes, quizás en la segunda etapa del torneo. En la final fuimos superiores. Pero el partido llegó hasta los penales y no pudimos ganar. Es un dolor grande por nosotros y por la gente de Liga”, le cuenta a EL COMERCIO, el pasado lunes, en su día de descanso.

Al fondo de la llamada se escuchaban las infantiles voces de Faustino, Francesco (8 años) y Valentín (6), los tres hijos del uruguayo que reciben clases por vía telemática en las mañanas. Repetto es partidario de la reapertura de las clases presenciales, cumpliendo con los protocolos de seguridad. Siente que a sus hijos ya les hace falta el contacto con sus profesores y compañeros .

Se considera un padre cuidadoso. Desde antes de que el fútbol cerrase su acceso para los aficionados, Repetto dejó de llevar a sus hijos al estadio Rodrigo Paz, por miedo a alguna reacción de los aficionados. “En general, la gente es muy respetuosa, pero siempre hay algún hincha que al calor del partido puede decir cosas y ellos pueden sentirse mal”.

Los hijos van creciendo y van dándose cuenta de que su padre es una figura conocida. Cuando la familia va a un centro comercial de Cumbayá a tomar helados, hay hinchas que saludan con el director técnico y se toman fotos, aún después de la pérdida de la final con Barcelona.

El recuerdo de esa derrota no solo afecta al técnico, sino a los jugadores. “Más que dolor, es bronca. No sabemos cómo sacarnos la espina”, apunta Moisés Corozo. “Lo que más nos molesta es que fuimos superiores”, sostiene el joven volante Joseph Espinoza.

El adiestrador azucena está convencido de que Liga tendrá una revancha deportiva. Lo que no tiene claro es concretamente qué acto, qué partido o qué gesta podrá ser considerada como una reivindicación. ¿Ganar una final? ¿Ganarle a Barcelona en Guayaquil? “Eso no está claro, pero este grupo tendrá su recompensa”.

En Liga intentan no dejarse consumir por la ansiedad. Los entrenamientos son intensos y se busca no dejar que Emelec y Barcelona tomen ventaja en la tabla de la primera fase. Repetto y los suyos quieren adueñarse de la punta y gobernar el torneo antes de que empiece la fase de grupos de la Libertadores. Cuando haya Copa volverá el trajín de partidos que tanto le afectó a la ‘U’, el año pasado.

Repetto asegura que Liga sí perdió valores claves, como las salidas de Rodrigo Aguirre y Junior Sornoza. Espera que Juan Cruz Kaprof se ensamble pronto al equipo para actuar como segundo delantero o por detrás de Christian Martínez Borja. Con Luis Amarilla, en cambio, “tendremos más juego aéreo ofensivo, algo que nos faltó en la campaña pasada”.

El entrenador no quiere engañarse. Sabe que este año debe lograr el título nacional y clasificarse, como mínimo, a los octavos de final de la Libertadores. No lograrlo sería un fracaso. Tiene el apoyo familiar y de sus jugadores. Intenta superar su duelo.

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