Polémica en las instalaciones de la CDP, tras la separación de 56 funcionarios

Un grupo de exfuncionarios de la Concentración Deportiva de Pichincha (CDP) se tomaron cinco escenarios deportivos que pertenecen a esta institución como medida de protesta. Ellos afirman que sus despidos fueron ilegales y exigen a las autoridades el reintegro de todo el personal a sus labores.

El malestar de los obreros inició el 30 de abril del 2020, cuando la CDP decidió desvincular a 56 funcionarios, entre ellos entrenadores de distintas disciplinas.

Eduardo Valdez, secretario del Comité de Empresa de la Concentración, es uno de los voceros del movimiento. Asegura que la exigencia es sencilla. Ellos quieren volver a trabajar bajo las mismas condiciones que tenían antes del despido masivo.

Los dirigentes de la CDP han mantenido reuniones con el personal. Jaime Ruiz, su máxima autoridad, encabezó los diálogos que se mantuvieron desde el 8 de mayo del 2020.

"Concentración Deportiva de Pichincha ha participado en los diálogos y hemos tratado de negociar la reincorporación de la mayoría de los trabajadores", aclara Pablo Salinas, abogado de la institución deportiva.

Para Valdez, los acuerdos alcanzados en esas negociaciones han ido cambiando con el paso del tiempo. Asegura que la mayoría de los miembros del Comité de Empresa se sienten engañados y aducen que hay una ilegalidad en su despido.

"Tenemos un contrato colectivo que nos ampara. Hemos presentado nuestra postura a las autoridades y cada vez nos dan largas y nos cambian las cosas. Nosotros no queremos dinero. Queremos trabajar", asegura Valdez.

Salinas aclara que las exigencias de los exfuncionarios van más allá. "Piden que les paguemos sus haberes desde la fecha que salieron hasta el 5 de junio. Quieren todo reunido y no entienden que esta es una institución privada, pero que recibe fondos públicos", aclara.

Los trabajadores se acogen a su derecho de protesta. Incluso han enviado sus quejas y peticiones al Ministerio de Trabajo.

"Queremos respeto y trabajo. Hay trabajadores que llevan sirviendo a la Concentración cerca de 30 años y recibieron apenas USD 650 de liquidación. Con eso es imposible vivir", denunció Valdez.

Salinas aclara que en las reuniones que se mantuvo con el Comité de Empleados se llegó a un acuerdo. Incluso ya hay seis trabajadores que están próximos a reintegrarse a sus funciones. Según el abogado laboralista, hay un grupo de colaboradores que han recibido amenazas. Por tal motivo se han pausado los diálogos.

Valdez confirmó que sí existieron estas reuniones, pero que la CDP pone condiciones que no están dispuestos a cumplir. Una de estas es volver con contrato por prestación de servicios profesionales.

"Queremos volver sin perder ninguno de nuestros derechos laborales. Hubo un conflicto con la propuesta de un reglamento interno, pero lo hemos aceptado. Ahora la solución está en manos del presidente", aseguró el secretario del Comité de Empresa.

Por ahora, los trabajadores permanecerán en los patios y exteriores de los coliseos Rumiñahui, Quitus, Polideportivos, Estadio Olímpico Atahualpa y en la piscina de Miraflores. No claudicarán hasta que la CDP acoja sus peticiones.

"El tema de la Mediación está parado, porque hemos tenido problemas con las firmas electrónicas. Pero queremos llegar a un acuerdo, pero no de la forma en la que quieren ellos", aclaró Salinas, quien incluso denunció violencia en contra del personal que estaba en las oficinas de la Concentración, en el Sector de La Vicentina.

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