Hubo puños en Portoviejo luego del empate entre Delfín y Dep. Cuenca

El presidente del Deportivo Cuenca, Galo Cárdenas, reconoció que hubo un intercambio de golpes en la parte baja del estadio Reales Tamarindos de Portoviejo. Allí, el representativo azuayo alcanzó un agónico empate 2-2 ante Delfín de Manta.

Según el testimonio de Cárdenas, ofrecido a la radio La Voz del Tomebamba, al final cotejo reclamó al árbitro central, Roddy Zambrano, por anular el gol marcado por Juan Pablo Segovia (minuto 52). “Le dije que era un mamarracho y le reclamé por qué nos estaba robando el partido”.

Después se encontraron cuando se dirigía al camerino y volvió a reclamarlo. “Es ahí cuando hubo intercambio de golpes”. El dirigente anticipó que no tiene miedo a una posible sanción de la Federación Ecuatoriana de Fútbol. “Yo no vivo del fútbol, vivo de mi trabajo”.

Cárdenas contó que, “me defendí como varón”, aunque reconoció que actuó con cabeza caliente. Su actitud, agregó, se debe al cúmulo de injusticias que le han perjudicado sistemáticamente al club. También relató que en los incidentes participaron los tres árbitros y otras personas. Él estuvo con otro directivo.

Luis Muentes, presidente de la Agremiación de Árbitros del Ecuador, se negó a creer sobre lo sucedido en el estadio de Portoviejo. “Lo que sé es que le han querido agredir a Roddy Zambrano al entrar al camerino, pero ha intervenido oportunamente la Policía”.

Muentes insistió que, de acuerdo a la conversación que mantuvo con el comisario del partido, “los incidentes no pasaron a mayores”. Él esperara el informe oficial de Zambrano para dar su pronunciamiento con conocimiento de los hechos.

Desde que se conoció la noticia de los incidentes, Cárdenas recibió innumerables muestras de solidaridad a través de las redes sociales, especialmente en su cuenta de de Twitter @galocardenasr. Sus amigos e hinchas lo felicitaron por defender al club.