El plantel del Guayaquil City posó sin mascotas, uno de los cambios que ordenó la LigaPro. Foto: API

El plantel del Guayaquil City posó sin mascotas, uno de los cambios que ordenó la LigaPro. Foto: API

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8 de febrero de 2019 22:44

La organización y los protocolos de la LigaPro se evidenciaron desde el primer partido

Redacción El Comercio

Al estadio Christian Benítez llegó poca gente para el partido que inauguró el primer campeonato organizado por la LigaPro. Cerca de 1 000 personas estuvieron en el escenario para el juego en el que Guayaquil City igualó 1-1 con Macará.


A la pista atlética del escenario solo podía ingresar el personal autorizado por la Liga, fotógrafos de medios impresos, pasabolas y los encargados de la producción y transmisión del partido, empleados de GolTV.

Los colores de los chalecos diferenciaban a cada grupo. Los fotógrafos lucían un violeta encendido, el personal de seguridad verde fosforescente, el personal de GolTV naranja y los pasabolas una camiseta café.

Debido a que la Liga impidió el ingreso de medios digitales a la cancha, solo había siete fotógrafos en los bordes del gramado, dos de ellos pertenecían al equipo local, Guayaquil City.

Otro de los cambios respecto al 2018, fue que los jugadores ingresaron sin las tradiciones 'mascotas'. En esta ocasión no hubo niños en la cancha, y en las fotos de las plantillas solo se graficó a los integrantes de la nómina.

Por ser el primer partido, aún había desconocimiento sobre los protocolos a seguir. El equipo local fue llamado tres veces por los altoparlantes para que acudiera al corredor para ingresar a la cancha, junto al cuadro visitante.

Así mismo, los jugadores evitaban dar entrevistas a los periodistas antes del juego porque desconocían las medidas adoptadas por la Liga, respecto a la atención a los medios.

Por primera vez, la salida de los equipos se dio en conjunto bajo el arco, pero con el himno propio del nuevo torneo ecuatoriano. También, ambos elencos exhibieron el escudo de la LigaPro en la manga de la camiseta y en la mitad del campo, en las vallas publicitarias, se puso el nombre de la ciudad sede.


Para supervisar todo llegó el director ejecutivo del organismo, Luis Manfredi. El look del ejecutivo español desentonó con el resto de espectadores, debido a que vestía un traje formal azul y corbata.

Debido al poco público y a las escasas opciones de gol durante el partido, no se registraron polémicas como reclamos a los árbitros, conatos de incidentes en las gradas ni reclamos exagerados desde la banca.