El juvenil de Independiente del Valle, Bryan Cabezas (52), protege la pelota ante un rival de Aucas, en un partido de la primera etapa en el estadio de Chillogallo.

El juvenil de Independiente del Valle, Bryan Cabezas (52), protege la pelota ante un rival de Aucas, en un partido de la primera etapa en el estadio de Chillogallo.

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13 de diciembre de 2021 16:00

Independiente transfirió a 21 jugadores desde el 2016

Redacción El Comercio

Independiente del Valle nació para fortalecer la estructura del fútbol del fútbol ecuatoriano. Uno de sus propósitos es transferir jugadores de sus canteras.


“Anualmente nos proyectamos vender de uno a dos jugadores, que sirven para sostener el presupuesto del club y de las canteras”, reconoce Santiago Morales, gerente del equipo de Sangolquí.

Y bajo esa premisa, el club ha roto los parámetros de transferencias en el país. Por ejemplo, desde que logró el vicecampeonato sudamericano de la Copa Libertadores 2016, hasta la fecha, han transferido 21 futbolistas (solo ecuatorianos) a equipos de España, Portugal, México, la MLS estadounidense.

En el cuadro del Valle estas dinámicas se dan a menudo. Exportar jugadores es moneda común en un equipo que forma jóvenes desde tempranas edades y les inculca habilidades para el fútbol y la vida, agrega Morales.

El éxito de Independiente encuentra una explicación en sus continuas apariciones internacionales y en la calidad de sus futbolistas, en su mayoría no mayores de 26 años. En el 2016, el equipo transfirió a cinco de sus jugadores tras alcanzar la final de la Libertadores. Luego de ganar la Sudamericana, el club pudo negociar a cuatro de sus talentos.

“Estamos a favor de los procesos de formación de las personas. En el equipo aprenden a formarse como personas y como deportistas. Buscamos que sean agentes de cambio de sus comunidades”, sostiene Morales. Y añade: “cuando hay una transferencia buscamos lo mejor para el jugador y el club”.

Educar e invertir para exportar jugadores. Independiente destina USD 2 millones de su presupuesto para potenciar las divisiones juveniles. 110 aspirantes a futbolistas viven y compiten en el complejo. Todos reciben ayudas económicas, desde la categoría Sub 11 hasta la Reserva, en donde ya hay contratos profesionales.


Una de las últimas transferencias más sonadas fue la del mediocampista Moisés Caicedo, que pasó del club al Brighton de la Premier League, la primera semana de febrero. El club británico lo cedió a mitad del año al K Berrschot VA de Bélgica, donde recuperó su nivel futbolístico.

El año pasado, el defensa Piero Hincapié pasó del Independiente al Talleres de Córdoba argentino, equipo que lo traspasó esta temporada al Bayer Leverkusen, tras acuerdo con la dirigencia del club rayado.

Ahora, el reto del equipo es que los jugadores que transfiere puedan quedarse más tiempo en el exterior. Para ello, añade Morales, la clave es la educación y la sicología. Se busca que el jugador, desde pequeño, se vaya preparando para cuando le toque salir del país.

En el último año estuvieron en su plantilla jugadores como el argentino Cristian ‘Titi’ Ortiz y el panameño Gabriel Torres, los cuales se destacaron en el club.

El club suele hacer contratos con los futbolistas del primer plantel (incluido el Independiente Junior) de tres y cuatro años. Y con los juveniles se hacen acuerdos con los papás, hasta que logran la mayoría de edad, reconoce Morales.

Además en las transferencias suele vender solo entre el 60 y 80% de los derechos deportivos de los futbolistas. El restante se lo deja, que lo podría beneficiar en caso de una segunda transferencia.

Según el portal Transfermarkt, especializado en cotizaciones de jugadores en el mundo, el club de Sangolquí ha transferido 150 futbolistas (en el mercado local y extranjero), desde que llegó a la Serie A, entre futbolistas ecuatorianos y extranjeros.

En el portal se destacan valores como la venta de los derechos del delantero Brayan Cabezas, que se destacó en la Libertadores 2016 y después de ese torneo pasó al Atalanta de Italia por USD 2,8 millones. Y también una de las últimas fue la de Pedro Vite, que fue transferido al Vancouver de la Mayor League Soccer (MLS), por USD 2,5 millones.