Deportivo Quito

Deportivo Quito, que disputa los torneos barriales de la capital, jugó frente al Graf en Guayllabamba. Foto: Diego Pallero /BF.

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11 de mayo de 2019 20:10

Deportivo Quito y Quiteños FC tuvieron un día para el olvido en el amateur y en Segunda categoría

Fabián Alarcón


La suerte fue esquiva para los azulgrana de Deportivo Quito y Quiteños FC este sábado 11 de mayo del 2019. Los primeros se igualaron 1-1 con Graf, mientras que los segundos cayeron 2-0 ante Otavalo FC.


En el cotejo disputado en Guayllabamba, los hinchas del cuadro chulla poco a poco empezaron a concentrarse en la tribuna principal del estadio de la Liga Deportiva Parroquial. Ellos entonaron cánticos a ritmo de sus palmas, debido a que la barra principal, la Mafia Azulgrana, estuvo antes en Otavalo respaldando a Quiteños FC en el partido de Segunda categoría de Imbabura.


El equipo ‘filial’ de la AKD cayó 2-0 ante el equipo que lleva el mismo nombre de la ciudad. Algunos prefirieron salir al primer tiempo para ver al Quito en Guayllabamba. Sin embargo, los cánticos se confundían con gritos de angustia, ira y decepción, porque los azulgranas eran superiores, pero no podían definir el sinfín de oportunidades que creó.


Graf fue un rival inofensivo. Solo atinó a defenderse y buscar alguna posibilidad en contragolpes o saques largos del golero. Por ello, el desarrollo del cotejo hacía presagiar el triunfo chulla.


Este se gestó en el minuto 57, cuando de penal, Patricio Avilés capitalizó la superioridad visitante. Los hinchas estuvieron inconformes porque querían más goles. Y más cuando en el 60’, los locales perdieron al volante Mateo Triviño por expulsión.


Deportivo Quito continuó con el dominio, desperdiciando chance tras chance, con remates desviados o atajados por el golero.


A cinco minutos del final, por fin llegó la barra Mafia Azulgrana y ahí hicieron bulla con la murga. Luego de ver a la ‘filial’ caer, arribaron justo a ver cómo le empataban al elenco principal.


En el minuto 90'+3, por una mano en el área tras un tiro libre, Jeremy Guerrero fue quien empató el partido con un penal.


La hinchada azulgrana tuvo un día para el olvido. Tras el pitazo final, debieron recoger sus banderas y retirarse en silencio, ante la vigilancia de la Policía. Ellos insultaron y querían esperar a los jugadores del Graf.​


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