Crónica del partido
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Liga de Quito
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Macará
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Macará celebra uno de los tres goles que marcó en Casa Blanca. Foto: API

Macará celebra uno de los tres goles que marcó en Casa Blanca. Foto: API

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6 de mayo de 2017 20:27

La confusión reina en Liga de Quito que no pudo ganar a Macará

Santiago Estrella

La pregunta que se impone: ¿dónde está la Liga de Quito? Y otra: ¿a qué mismo juega la Liga de Quito? Porque la derrota 2-3 ante Macará profundizan las dudas ya existentes. Liga, finalmente, no juega a nada. 


Curiosamente, el técnico albo, Gustavo Munúa, logró que los partidos se jugaran a la noche. Eso, se suponía, ayudaría a que el equipo mejore su ya empeorado juego. ¿Ocurrió algo parecido? ¿Logró que Casa Blanca volviera a ser imbatible -o casi- como en otro tiempo? 

Pues para nada. Y para el segundo tiempo cambió el esquema original: pasó de la línea de tres en el fondo a la línea de cuatro. ¿Mejoró en algo? 

Pues para nada. Liga es un equipo inexistente. Y todo lo contrario fue Macará. Ya mostró ante la U. Católica que se trata de un equipo ordenado, que tiene una idea de juego. Y en Quito volvió a ganar con sobra de merecimientos. 

Los goles, para colmo, fueron de pelota parada y que se resolvieron en cinco minutos. El primero fue de Macará; un tiro libre extraordinario de Carlos Feraud, con la complicidad del arquero Daniel Viteri. 


​Dos minutos  más tarde, también por tiro libre, Horacio Salaberry. Muy bien ejecutado. 


Parecía que el aliento y esperanza. Pero no. En seguida, a los 23 minutos, Juan Teves marcó de penal (cometido por Norberto Araujo) para el 1-2 con el que terminó el primer tiempo. Y las pifias se hicieron fuertes en Casa Blanca.


Para el comienzo del segundo tiempo, las cosas no variaron. A los 50 minutos, nuevamente Carlos Feraud marcó el gol visitante. Es un error defensivo global. Mucho se le estuvo culpando a Daniel Viteri por su error. Si bien es cierto que se equivocó, su error provino de un error de salida de su zaga. 


Algo de esperanza llegó al equipo de Liga con el ingreso de Fernando Guerrero. Y el equipo mejoró. Marcó el del descuento, que reveló la destreza técnica de Hernán barcos, su autor, a los 73'.