Marcos Cangá posa feliz con Cataleya. La nena nación en Quito, luego del paso del futbolista a Independiente del Valle

Marcos Cangá posa feliz con Cataleya. La nena nación en Quito, luego del paso del futbolista a Independiente del Valle. Foto: Últimas Noticias

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4 de mayo de 2018 10:10

La paternidad es un reto apasionante para los futbolistas

David Paredes

Pañales, biberones y ropa limpia de bebé se mezclan con pupos, calzado deportivo e indumentaria de entrenamiento. Han sido meses productivos para los futbolistas y no precisamente por sus jugadas y goles. Sino porque están debutando en una ‘cancha’ desconocida, pero igual de apasionante que el rey de los deportes: la paternidad. 


​Se han vuelto ‘cracks’ en cuidados infantiles. Ese es el caso de Luis Miguel Escalada. El argentino está chocho con Rufina, su primogénita que nació hace dos meses. Al ‘Pichu’, que es un apasionado por dormir la siesta, le tocó cambiar su rutina. Ahora tiene el sueño ligero y en las noches descansa con un ojo abierto y el otro cerrado.

“Es lindo, pero complicado. Por ser primerizos, todo nos cuesta. Nos vamos acomodando a ella. Gracias a Dios está sanita y Natalia, mi señora, se pone la camiseta y banca las paradas en las malas noches. A veces me toca levantarme y ayudarla”, dice Escalada.

A quien sí le tocó más complicado fue a Franklin Guerra. La llegada de Emiliano, su tercer guagua, fue en un momento de cambios en su vida. Acababa de ser fichado por la ‘U’ y necesitaba toda la concentración del mundo para acoplarse a las nuevas ideas y a sus compañeros. Desafortunadamente, el pequeño tuvo que ser hospitalizado por una enfermedad transmitida por mosquitos. Es más grave cuando el paciente es bebé.


En medio de la angustia llegaron los buenos momentos con el equipo. Su guagua ya está recuperado. Dice que Mathías y Franklin, sus otros dos pequeños, ya lo quieren incluir en sus juegos y eso le da gusto. “No son celosos y colaboran con todo. Son muy cariñosos con su hermanito”, dice Guerra.

Como dice Escalada, para los primerizos todo es un descubrimiento. Andrés Chicaiza- el 10 del Delfín- también está disfrutando las mieles de la paternidad. En sus redes sociales ya no hay fotos de sus jugadas con la camiseta del Delfín.

Noelia ahora ocupa ese espacio. Linda, su esposa, es coprotagonista de esta aventura.“Ha sido difícil para nosotros. Nuestros papás están en Otavalo y no pueden darnos una mano. Además, mi Noelia nació unos días antes del viaje a Medellín, donde jugué mi primer partido en el extranjero con Delfín”, dice Chicaiza a Últimas Noticias. 


El mediocampista cetáceo ya le está cogiendo el tino a la paternidad. Su nena ya duerme más seguido y se despierta para la comidita y para que le cambien.“Se está adaptando a nuestros tiempos y eso es bueno. Come a la hora de nuestro almuerzo también”, asegura Chicaiza, quien además ya ha celebrado hasta el cansancio desde que nació Noelia.

“Desde que ‘Noe’ llegó a nuestras vidas celebro chupándome el dedo. Mis goles siempre son dedicados a ella y a mi esposa”, dice el 10 del cuadro manabita. Algo parecido sucede con Marcos Cangá, del Independiente Del Valle. Él se cambió de ciudad y su segunda nena es quiteña.

“Ya estoy acostumbrado a eso de cambiar pañales y dar el biberón. Cuando nació Lunita Isabela, la mayor, fue duro. Lloraba mucho. Llegaba exhausto al entrenamiento. Ahora ella me ayuda a darle el chupón a mi Cataleya”, dice.

Este año el equipo de los papis crecerá. En lista de espera están Horacio Salaberry, Hernán Barcos (de Liga de Quito) y Juan Ignacio Dinenno (del Barcelona). Todos ya tienen chambritas y ropita nueva para los que llegarán.

De hecho, en el triunfo ante los toreros, Barcos y Salaberry celebraron el gol del primero, introduciéndose balones en sus camisetas y generando la ternura de la tribuna. 


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