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El volante canario Michael Arroyo (der.) procura superar la marca de Pedro Perlaza. Foto: API

El volante canario Michael Arroyo (der.) procura superar la marca de Pedro Perlaza. Foto: API

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15 de septiembre de 2018 19:47

Una desconcentración privó a Barcelona SC de una victoria ante Delfín

Fabián Alarcón

Barcelona SC ganaba 2-1 a Delfín, pero al final terminó empatado 2-2 por una desconcentración, la noche de este sábado 15 de septiembre del 2018, en el estadio Monumantal Banco Pichincha. Este resultado empezó a relegar a los toreros en la lucha por jugar la final.


En el minuto 85, una desconcentración defensiva le costó el triunfo a los toreros, pues Roberto Ordóñez empujó el balón tras un tiro de esquina. Nadie atinó a marcarlo y así se llevó un punto, dejando un mal sabor de boca en los locales.

Para este encuentro, el club canario cambió de nombres, pero no su forma de atacar durante el primer tiempo. El técnico Guillermo Almada cedió a las presiones por los malos resultados, con la inclusión del lateral Byron Castillo, el regreso de Ely Esterilla a la posición de volante de marca y la labor de Tito Valencia como volante ofensivo. Además, el estratega esta vez eligió al ariete Ariel Nahuelpán en lugar de Juan Dinenno.

Sin embargo, Delfín se apegó al libreto que usaron en su momento Macará, Liga y Guayaquil City, consciente de que los canarios siempre abren las bandas con sus laterales. Por ello dispuso la marca de hasta dos hombres en esos sectores. En el medio campo, Damián Díaz fue marcado con precisión y Michael Arroyo, quien pagó una suspensión, tampoco se activó para generar juego. Esa fue la virtud del DT Fabián Bustos en Guayaquil.

Fue una especie de película repetida, pues los visitantes se pusieron adelante en el marcador en el minuto 25, en la primera avanzada que lograron. Tras una triangulación entre Luis Chicaiza y Carlos Garcés, el charrúa José Arismendi remató a la malla lateral del arco defendido por Máximo Banguera. Otra vez los hinchas vieron incrédulos cómo su equipo caía ante otro rival ordenado en defensa y peligroso en contragolpes.

Los canarios empezaron a diluirse en su intención de construir fútbol con estas variantes. El golpe anímico del gol generó desconcentraciones en sus pases y dejó espacios al rival, que hicieron más daño con la potente presencia de Ordóñez.

Pero todo cambió en la etapa complementaria con el ingreso de Christian Alemán, quien otorgó mayor volumen de juego e improvisación en los toreros, pues se juntó con Arroyo y Díaz que derrocharon talento. Eso desbarató el orden del Delfín en el medio. A ellos se sumaron por las bandas los explosivos Castillo y Beder Caicedo. Es decir, Barcelona SC tuvo variante de ataque imposibles descifrar para los visitantes.

El juego aéreo es otra cualidad de los amarillos. Así llegó el empate, en un tiro libre ejecutado por Díaz y bien cabeceado por Nahuelpán, en el minuto 52. Con ese ímpetu y mejor juego, llegó el segundo con un zapatazo desde fuera del área del mismo Díaz, quien dejó parado el golero Pedro Ortiz, en el 59'.

A partir de ahí, todo fue toque y toque amarillo, con tres generadores de fútbol de buen pie, apoyados por los desbordes de los laterales. Delfín debió dedicarse a tratar de recuperar el esférico, sin fortuna, hasta que llegó ese gol salvador de 'La Tuka'.