Adrián Cela debutó en El Nacional cuando enfrentó a Liga de Quito. Foto: El Comercio

Adrián Cela (izq.) debutó en El Nacional cuando enfrentó a Liga de Quito. Foto: El Comercio

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15 de mayo de 2019 17:52

Adrián Cela, el ingeniero que tiene El Nacional

David Paredes

Un día antes de su debut absoluto con El Nacional, frente a Liga de Quito, el joven mediocampista Adrián Cela pasó toda la tarde haciendo deberes y estudiando. Llevó su computador a la concentración, en el complejo de Tumbaco.  


​Mientras sus compañeros descansaban, veían televisión o jugaban pimpón, él pasó leyendo de marketing, finanzas y matemáticas, sin pensar que al día siguiente su carrera deportiva iba a tomar otro rumbo


​Desde entonces no ha dejado el once estelar del DT Marcelo Zuleta. El argentino ahora confía plenamente en Cela, quien le ha demostrado ser todo un ‘ingeniero’ dentro de la cancha. Ya lleva cinco partidos seguidos siendo titular y poco a poco va demostrando que tiene madera de ‘crack’. 


​Sus pases filtrados y su buena ubicación en el terreno de juego no son casualidad. Creció siendo criollo desde los ocho años, cuando su tío Juan Francisco Camacho lo llevó al Pintado a hacer pruebas. 

Adrián Cela formó parte de las categorías inferiores de El Nacional. Foto: David Paredes/El Comercio

Adrián Cela formó parte de las categorías inferiores de El Nacional. Foto: David Paredes/El Comercio


​“A mi tío le gustaba leer EL COMERCIO. Vio en una nota que había pruebas para El Nacional y me llevó al Pintado. Los profesores me vieron y me quedé”, dice Cela, quien además lleva en su sangre la herencia criolla. 

Adrián Cela integró desde niño las filas del Club Deportivo El Nacional. Foto: David Paredes/El Comercio

Adrián Cela integró desde niño las filas del Club Deportivo El Nacional. Foto: David Paredes/El Comercio


​Es sobrino de Luis Chérrez, exjugador del ‘Bitri’ que se casó con una hija de Manuel ‘Careloco’ Cortez, el exutilero de la institución. Sin embargo trató de marcarse su propio camino. Llegó en silencio al Nachito y trabaja para ganarse un puesto. 


​“Son mis parientes lejanos. Alguna vez entré al estadio con ellos. En el club los veía poco, porque yo estaba en formativas”, asegura. Este guambra de 22 años se fue abriendo camino en el club. Mientras se formaba, asistía al estadio en condición de hincha. Entre risas, le confiesa al ÚLTIMAS que nunca insultó a los jugadores de la institución, pero que sí se le fueron algunas palabrotas en contra del rival. 


​“No soy de los que insulta. Cuando iba al estadio me contenía, porque sabía lo que era estar adentro de una cancha y conocer de cerca el esfuerzo del futbolista. Tuve la suerte de experimentar las dos facetas. Como hincha alguna vez sí insulté a un rival”, asegura este pelado que el año pasado se proclamó campeón con el equipo de Reserva del cuadro militar. 


​Ahora, trata de sacarse tiempo para todo. Desde que está en el primer equipo, trata de ganarle tiempo al tiempo y continuar con sus estudios universitarios. Cursa el séptimo semestre de la carrera de Ingeniería de Negocios Internacionales. Lo hace a distancia, porque los entrenamientos, las concentraciones y los partidos le impiden asistir de forma presencial. 


​Eso sí, cuando tiene tiempo, aprovecha para ir a la biblioteca a investigar o a hacer deberes. “Coordinar los estudios con el entrenamiento no ha sido fácil. Hay veces que tengo que dar exámenes a la misma hora de los partidos. Ya me pasó frente al América de Quito”. 

Adrián Cela actualmente se desempeña como mediocampista del Club Deportivo El Nacional. Foto: David Paredes/El Comercio

Adrián Cela actualmente se desempeña como mediocampista del Club Deportivo El Nacional. Foto: David Paredes/El Comercio


​Cuando le pasan este tipo de situaciones, le toca hablar con los profesores y coordinadores de su carrera. Asegura que nunca se ha quedado sin presentar un examen. En sus años escolares fue escolta y además saca pecho, porque nunca se quedó en supletorios. 


Es todo un ‘norio’ en la Universidad y en la cancha. “No son casualidad sus pases. Es un jugador estructurado que le gusta el orden y los números”, asegura su padre Nelson, quien guarda las fotos de su guagua criollo con recelo. 




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