El técnico ecuatoriano Paúl Vélez es el gestor del puntero Macará

Paúl Vélez hace de todo en Macará. Es entrenador, también psicólogo y hasta recomienda y suele arreglar los contratos con los futbolistas. Esas características lo han hecho un líder en los equipos donde ha ido y especialmente en el Macará, donde disfruta el buen momento futbolístico y el liderato que tiene el club ambateño en la segunda etapa. 

Vélez, nacido en Cuenca hace 47 años, está consciente de que los próximos 10 partidos serán finales y su meta es mantener la punta del torneo. “Cada quien marca su camino y aprovecha las oportunidades a lo máximo”, asegura.

​Vive en Ambato desde hace cuatro años, donde es querido por hinchas de su equipo y también del Técnico Universitario, a quien ascendió de la B a la A, en el 2011.

​Su historia de entrenador se inició mientras vendía ropa y zapatos deportivos para cubrir los problemas económicos que agobiaban, en su tiempo, a su familia, a finales del 2003.

​Distribuía camisetas, calentadores y zapatos en las calles de Cuenca. Incluso, alquiló un vehículo para movilizar a los empleados del Municipio para solventar sus gastos.

​Un directivo del Deportivo Cuenca respaldó su postulación al cargo de las formativas, donde le permitió mostrar su capacidad para formar jóvenes con proyección. Con los chicos ‘morlacos’ obtuvo los títulos de campeón en las categorías Sub 18 y 20. Mientras que en la Sub 19 fue vicecampeón. “Sin la salida del entrenador (Gabriel) Perrone, en el 2008, aún estaría en las divisiones inferiores”, comentó entre risas.

​Vélez es un autodidacta. Lee libros y observa programas en Internet sobre tácticas, entrenamiento y motivación para los futbolistas, casi a diario. No se inmuta y lo reconoce abiertamente.

​Su primer título como entrenador lo obtuvo por la vía digital en la Federación Peruana de Fútbol, en el 2003. Aún tiene pendiente el examen final en la Escuela de la Asociación de Técnicos del Fútbol de Argentina (AFA) para graduarse. Para eso deberá viajar a Buenos Aires durante una semana para aprobar las materias de psicología, pedagogía, táctica, estrategia, motivación y otras.

​“El profesor (Paúl) Vélez debe acudir durante una semana a rendir cada una de las pruebas y espero llevarlo al finalizar el torneo”, asegura el preparador físico David Sánchez. Vélez y Sánchez, argentino de 40 años, revela que desde marzo del 2017 están preparándose en la Asociación de Entrenadores de España para obtener el título de estratega. Allí deben aprobar tres módulos.

​Asimismo, le dedican cuatro horas diarias a enterarse de las noticias y analizar las potencialidades y defectos de sus equipos rivales. Usualmente para armar la estrategia de los partidos, reúne a los jugadores en una de las canchas de entrenamiento por 15 minutos. Allí les explica a los futbolistas cómo atacar, por dónde hacer daño y cuánto tiempo deben tener y rotar el balón. “El profesor se acomoda con lo que tiene y siempre busca opciones. Es partidario que no haya espacios entre líneas y las jugadas rápidas son su característica”, indica Sánchez, su asistente desde el 2014.

Ese estilo de juego le ha dado resultados en Macará, que lo dirige desde la Serie B, en el 2016. Para eso, en los entrenamientos repite entre cuatro y siete veces las jugadas con pelota parada, los tiros de salida y los ataques.

​También es un empedernido de que sus jugadores deben jugar bien y dar espectáculo. El presidente del club, Miller Salazar, elogia su dedicación porque siempre está viendo fútbol, especialmente el europeo. Parte de sus aciertos es la promoción de los jóvenes que ahora se destacan en el ‘Ídolo de Ambato’. Ellos son: Jean Carlos Estacio, Darío Mina, Leonel Quiñónez, Moisés Corozo y otros.

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