Anderson Julio fue el héroe de la noche con tres goles. Foto: Julio Estrella / Bendito Fútbol

Anderson Julio fue el héroe de la noche con tres goles. Foto: Julio Estrella / Bendito Fútbol

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8 de mayo de 2019 21:44

Liga de Quito se paseó ante San José y se metió entre los 16 mejores equipos de América

Santiago Guerrero

Un padre llegó con su pequeño hijo, de unos ocho años. Al inicio ambos estuvieron emocionados y conversaban constantemente. Con el paso de los minutos, el infante se quedó dormido en su asiento bajo un intenso frío. Pero se despertó con los estruendosos gritos de gol. Liga goleó 4-0 a San José y selló su pase a los octavos de final en la Copa Libertadores.


El equipo universitario debía imponerse al menos con dos goles de ventaja y así lo hizo. Las imprecisiones en la primera etapa hicieron sufrir a los más de 20 000 hinchas que llegaron al estadio Rodrigo Paz, tal como pasó con este padre y su pequeño hijo.

Liga arrancó el partido a toda velocidad y ese apuro fue su principal enemigo ante un rival incansable físicamente, adaptado a la altitud en Bolivia. Fue un equipo inofensivo en ataque, pero voluntarioso, combativo y de mucha entrega.

En el primer tiempo, Juan Luis Anangonó fue quien falló tres opciones claras, primero al rematar solo en el área grande por sobre el pórtico del golero Carlos Lampe. Luego, el mismo ariete tricolor remató de chilena y un zaguero sacó con lo justo desde la línea. Y finalmente, 'Anangondios' no logró empujar un centro rasante para dessazón de los seguidores azucenas.


El padre de familia contaba a su hijo con detalle cada acción. Interactuaba con él. Al final del primer tiempo compró unas picaditas para apurar la espera y mirar el segundo tiempo. En la cancha, el DT Pablo Repetto ordenó los ingresos de los arietes Cristian Martínez Borja y Rodrigo Aguirre, en lugar de Anangonó y Andrés Chicaiza.

Los hinchas se sorprendieron sobre todo con la salida del volante 10, quien aportaba con claridad. A 10 minutos de iniciada la etapa complementaria, el pequeño niño empezó a dormirse, mientras que a su padre se lo notaba nervioso. El frío lo motivó a abrigarlo con su chompa para continuar con la mirada fija en la cancha. Sabía que el nene al menos estaba bien abrigado en los 11 grados que hizo en la capital.

En el minuto 64, Martínez Borja despertó al niño al aprovechar un rebote que dejó la zaga boliviana y abrir el marcador. El ensordecedor grito levantó al pequeño, quien miró a su padre rebosante de alegría. Tres minutos después, ambos se abrazaron. Su padre le dio un beso en la frente. En otro rebote (67'), Anderson Julio amplió la ventaja, desatando la euforia total en el estadio.

Los cambios dieron resultados. Liga dejó de ser un equipo que abusó de la velocidad y la imprecisión en los pases y fue más vertical. Allí radicó el éxito de Repetto, quien cambió la forma de jugar. Y despertó al niño, quien ya no volvió a dormirse. Al contrario, saltó al ver el tercer gol en el minuto 73. Otra vez fue Julio, quien esta vez regateó y venció a Lampe con un potente remate desde fuera del área.

Los minutos finales ya fueron de relax. Julio selló la goleada en el 87' con otro letal contragolpe: Dribló al meta y generó otra explosión de júbilo. La Muerte Blanca ambientaba la fiesta con sus cánticos, los hinchas se tranquilizaron y miraron el resto del cotejo entre conversaciones y sonrisas. Mientras que el padre, vestido solo con camiseta, y su pequeño niño, cubierto con su abrigo retomaron la conversa, felices... Liga cumplió.