Carlos Berrueta visita el país para recibir algunos homenajes de parte de sus excompañeros y dirigentes de Liga de Quito. Foto: David Paredes / Bendito Fútbol

Carlos Berrueta visita el país para recibir algunos homenajes de parte de sus excompañeros y dirigentes de Liga de Quito. Foto: David Paredes / Bendito Fútbol

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7 de julio de 2021 16:02

Carlos Berrueta le hizo un gol a la depresión con ayuda de los hinchas albos

David Paredes

Si algo necesitaba Carlos Berrueta era volver a sentirse importante y querido. El 'Gringo', como fue conocido el exjugador de Liga de Quito, volvió a pisar la cancha del estadio Rodrigo Paz Delgado, a reencontrarse con sus viejos compañeros y sobre todo a sentir el cariño de los hinchas. 


Con ayuda de la fundación Liga 90 pudo viajar desde Uruguay hasta Ecuador para ser parte de algunos eventos que fueron preparados para él por el club, sus amigos y compañeros.

Su cabello dejó de brillar. Ya no es tan rubio como cuando lucía su melena en el estadio Atahualpa y lo movía en cada celebración de gol. Pero su mirada sigue transmitiendo fuerza. Sus ojos azules brillan cuando habla de sus amistades, de los goles que lo consagraron en el país.


Berrueta, para muchos, fue clave en el título de 1990. Marcó un gol en el juego ante Barcelona con el que el equipo se proclamó campeón.
 
Pero de esos días de gloria ya solo quedan fotos y recuerdos. Ahora vive uno de los partidos más bravos de su vida. Eso sí, asegura que como ese histórico año, ante todo pronóstico está a punto de ganar.

Berrueta cayó en depresión durante la pandemia. Perdió su vivienda, su trabajo y se sintió solo. Estaba en un hueco obscuro, como él lo llama, que de no haber sido por sus compañeros de la Selección seguiría hundido.

"Es mentira lo que se dijo que yo vivía o llegué a dormir en la calle. Mis compañeros de la selección, a horas de lo que me pasó, me brindaron su ayuda y me hospedaron en un hotel", aclara Berrueta.

Carlos Berrueta visita el país para recibir algunos homenajes de parte de sus excompañeros y dirigentes de Liga de Quito. Foto: David Paredes / Bendito Fútbol

Carlos Berrueta visita el país para recibir algunos homenajes de parte de sus excompañeros y dirigentes de Liga de Quito. Foto: David Paredes / Bendito Fútbol


Recordar esa depresión hace que su mirada cambie. Entrecierra sus ojos como queriendo olvidar esa crisis.

En Quito, a 5901,1 kilómetros del epicentro de su crisis, los hinchas se organizaban a través de las redes sociales para brindarle una ayuda. Se emprendió una campaña para recolectar dinero y se gestionó una venta de camisetas conmemorativas. 

Eso fue clave en su recuperación. Sentir el cariño de hinchas que nunca lo vieron jugar lo llenó. Ahora quiere retribuir ese afecto con su presencia.

Firma autógrafos, se saca fotografías con los fans y hasta cena con ellos. Han sido días ajetreados para este crack.

Ya no juega al fútbol. De hecho, la última vez que se vistió de cortos y pateó una pelota fue en la despedida de Franklin Salas y de Paúl Ambrosi en el 2016. La lesión de la rodilla cada vez le juega en contra y los médicos le recomendaron que deje el fútbol recreativo.

"Esa fue la última vez que jugué. Después ya no pude más, porque la lesión de mi rodilla cada vez me molesta y me recomendaron que ya no lo haga, que era contraproducente para mi salud", dice el 'Gringo'.


En este caso, el fútbol no fue una medicina, pero sí el bálsamo para sanar esa herida del alma. Sus excompañeros como Hans Ortega, Danilo Samaniego y hasta Polo Carrera le brindaron una mano. En conjunto con esos seleccionados de Uruguay Sub 20 de 1981 le estructuraron un plan y le hicieron prometer que debía cumplir con tres objetivos.

"Mis compañeros me pusieron tres objetivos que debo cumplir. El primero era salir de esa depresión y ya lo estoy logrando, el segundo era tener un lugar donde vivir, que ya tengo un departamento en Montevideo y el tercero, tener un trabajo. Esto último es algo que me voy a generar por mis propios medios", dijo optimista Berrueta.

El charrúa no precisó cuánto se ha recaudado con todas las actividades en Quito y Uruguay, pero precisó que se comprará un auto para empezar a trabajar por su cuenta. Quiere hacer mudanzas y brindar servicio de taxis a través de plataformas digitales. 

Ya tiene su primer cliente. Uno de sus sobrinos le pidió que a su regreso le ayudara con sus servicios. Eso lo tiene motivado.

Además, su nieta Catalina se ha convertido en una razón más para vivir. Es la más pequeña (tiene dos años), por lo que ahora puede disfrutar de su crecimiento. Confesó ser "baboso" por la menor de los Berrueta.

"Ahora estoy dedicado de lleno a disfrutar a mi familia. A mis hijos y nietos. Cuando estaba activo no pude hacerlo. Ahora están grandes. tengo una de dos años que me vuelve baboso, como decimos allá", dice Berrueta.

El 'Gringo' tiene previsto quedarse en el país hasta el domingo 11 de julio. Hasta esa fecha compartirá con hinchas en firmas de autógrafos y en cenas especiales.