Llegó Antonio Valencia y los nuevos jugadores de Liga ya se acomodan

El Hotel Finlandia, en el norte de la capital, se ha transformado en el refugio de los nuevos jugadores de Liga de Quito. Ahí se hospedan Júnior Sornoza, Moisés Corozo, Davinson Jama y Pedro Pablo Perlaza. Los muchachos están en plena búsqueda de viviendas cómodas y, sobre todo, cercanas al complejo de Pomasqui. 

​Liceth Casanova, esposa del ‘Zorro’ Sornoza, está preocupada. Le contó a Bendito Fútbol que no han hecho nada de la mudanza. “Todas las cosas están en São Paulo (Brasil). Solo trajimos un poco de ropa para las vacaciones”. El plan de la familia Sornoza-Casanova era volver a Sangolquí, donde vivieron cuando el manabita militaba en Independiente del Valle.

“Nos dijeron que era muy lejos, porque Liga se entrena en Pomasqui. Quieren que estemos cerca para que no se atrase”, dijo Casanova. Sus hijos también deberán estrenar escuela.

Los guaguas hablan ‘portuñol’. Mathías, el mayor, sí tiene un castellano fluido, pero la menor solo habla portugués. Durante las vacaciones en Portoviejo puso a correr a Don Nazareno, padre del mediocampista.
“Guadalupe solo habla portugués. Los abuelitos no le entendían nadita, pero ella sí sabía lo que le decían”, dijo riendo Liceth.

Lo mismo sucede con Moisés Corozo. El central guayaquileño dejó Ambato para finiquitar su contrato con Macará y firmar por Liga por cuatro temporadas. Ahora, el plan de él y su esposa es encontrar una casa con al menos tres cuartos. Su señora no se adapta a los espacios pequeños, prefiere la comodidad de una vivienda amplia, para que cada uno de sus hijos tenga dónde jugar.

“Me están ayudando en Liga a buscar una casa. Mi esposa no quiere departamento. Además, en Ambato vivíamos más holgados y acá queremos algo igual”, dijo Corozo.

Ella y sus retoños siguen en Ambato. Los guaguas aún están en la escuela y es probable que deban interrumpir sus estudios para acompañar al nuevo defensor de los albos a la capital.

Perlaza está en las mismas. Dejó todo en Manta para mudarse a la capital. Ahora busca una casita para traer a su señora. Pero eso será cuestión de tiempo. En la ‘U’, los directivos les ayudan a los jugadores a buscar vivienda. Todo con tal de que solo se dediquen a jugar y a rendir en el club azucena.

Ayer continuaron los chequeos médicos en la Clínica Toa. Asistieron los duros del equipo, como Antonio Valencia, Carlos Rodríguez, Franklin Guerra y José Quintero. Todos pasaron los exámenes. Eso sí, todavía tienen una asignatura pendiente: los trabajos en cancha con el ‘profe’ Pablo Repetto y sus asistentes.

“Será un año cargado, con muchas exigencias y desde el día 1 tenemos que dar el 100%. Los nuevos ‘profes’ llegan a aportar con su experiencia y de seguro nos irá bien. Este año vamos por todo”, dijo Joaquín Casales, uno de los tres preparadores físicos que tendrán los albos este año. 

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