José Ayoví durante un entrenamiento de Liga de Quito

José Ayoví durante un entrenamiento de Liga de Quito. Foto: David Paredes / BF

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20 de febrero de 2019 10:36

José Ayoví perdonó a los culpables de su dopaje

David Paredes

Roberto Teixeira, preparador físico de Liga de Quito, desarrolló un plan de readaptación deportiva para José Ayoví. El nuevo volante de los albos regresó a la capital después de dos meses sin actividad futbolística. 


El esmeraldeño vivió un caso peculiar: el año pasado recibió una sanción mientras actuaba en el Cafetaleros de México. En agosto, lo castigaron por dopaje. Sin embargo, pudo dejar dicho equipo y fichar por Barcelona, pues no había impedimento o restricción para actuar fuera de México.


Sin embargo, en noviembre pasado, llegó una notificación de la Liga MX a la Ecuafútbol comunicando sobre la pena para el futbolista. El castigo debía cumplirse hasta enero. Por ello, Ayoví no actuó en los últimos partidos del torneo con el cuadro torero. Este año está de regreso con nuevo equipo: Liga puso sus ojos en él.


“Mi paso por México fue gratificante, pero tuve tropiezos fuertes. Lo del doping me dolió mucho, pero también me ayudó a madurar y a ser más fuerte. Fue algo que sucedió sin que yo tenga la culpa. Fue una irresponsabilidad del médico del Tapachula”, sostuvo el ‘Tin’ Ayoví.


El mediocampista de 27 años ya no guarda rencor a Mauricio Morales, galeno de Cafetaleros de Tapachula que le inyectó una sustancia en un partido ante Leones Negros de la Liga de ascenso. En ese club, el extremo zurdo vivió uno de los peores momentos de su carrera.


“No soy de las personas que son rencorosas. Me molesté en su momento, pero ya se me pasó. He hablado con Mauricio y lo he perdonado. Cometió su error y ahora está pagando su sanción, que es más drástica. Todavía me chateo con él”, confesó, el jugador de 1,88 metros.


Su paso por el país azteca le permitió crecer como futbolista y persona. “Aprendí a jugar más al centro de la cancha. A buscar más el juego asociado con los volantes interiores. Acá estaba acostumbrado a ser más vertical. En ese tiempo perfeccioné mi técnica y ahora ya soy un jugador que hace paredes y que se involucra más en defensa”, asegura convencido el jugador.


Esto último llamó la atención del DT Pablo Repetto y su cuerpo técnico. Al estratega ‘yorugua’ le sedujo su forma de jugar. Lo había visto cuando militaba en Barcelona y por eso consideró que el ‘Tin’ podía adaptarse a su libreto futbolístico.


El ofensivo se quedó con ganas de jugar con el 70 en su dorsal. Aseguró que en el club solo hay hasta el 40, por lo que decidió pedir ese número. “Siempre jugué con el 21. Es el número que me gusta y me trae suerte, pero acá ya tiene dueño (Ándersson Ordóñez). Lo usé en Barcelona en mi segunda etapa. En el 2012, con Independiente, jugué con el 52, porque era una obligación por lo de los juveniles”, recuerda.


El único pedido que le hicieron los entrenadores a su llegada es que se ponga bien físicamente. Con zapatillas deportivas, le da hasta cinco vueltas a la cancha antes de hacer ejercicios específicos de velocidad y potencia.


“Llegó al equipo sin una pretemporada y es de los que más atrás está en trabajos físicos. Lo estamos poniendo a punto para que ya esté a disposición de Repetto”, asegura Teixeira. Esta será su segunda vez en la ‘Carita de Dios’. Jugó en Independiente del Valle, club del cual guarda buenos recuerdos. 





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