El cambio de club fue una de las mejores decisiones de Franklin Guerra

Llegar a Liga de Quito fue una de las mejores decisiones que tomó Franklin Guerra en su carrera y en su vida. Al defensa central, de 26 años, le costó desprenderse de las filas de El Nacional, pero finalmente logró acoplarse a la perfección en LDU. Allí ahora lo apodan ‘Mariscal’, se cambió de casa y su vida tuvo un giro de 180 grados. 

​A inicios de la temporada, Guerra confesó que se mudaba de Tumbaco a Pomasqui porque eso le permitiría acercarse a la Selección.
No se equivocó. Estuvo en la lista de convocados del DT colombiano Hernán Darío Gómez. Sus actuaciones le han permitido estar en el equipo ideal del torneo aunque el gremio de futbolistas no le paró bola entre los mejores.

“Se me hacía raro irme de El Nacional. No estaba acostumbrado a cambiar de equipo porque toda mi vida jugué ahí. En Liga, desde el primer día, tuve buena acogida. Eso me ayudó a mi adaptación. Fue una de las mejores decisiones que he tomado”, dijo el ‘Mariscal’, quien anotó su primer gol en la Serie A -el 2016- y dedicó el gol a su padre fallecido hace nueve años.

Cambiarse de equipo también significó un giro en su estilo de vida. Su esposa, Pamela Mieles, sus hijos, Mathías (6 años), Franklin (4 años) y Emiliano (1 año), también se adaptaron rápido. Dejaron el sur de la capital, donde habitaron cerca de 10 años. Ahora se mudaron al norte.

Con algo de esfuerzo, Guerra logró comprarse su primera vivienda. Dejó la casa de su madre para vivir cerca de su trabajo. “Tuvimos un cambio de vida. Antes vivía en el sur, por la cercanía que había con el complejo (El Sauce). Ahora decidimos mudarnos al norte para estar cerca de Pomasqui”, aseguró el defensor que ha sido una de las figuras para que LDU sueñe con el título de campeón este año.

La familia lo ha tomado de la mejor forma. Su hijo Franklin aprende a jugar fútbol en una cancha de césped sintético cerca de su casa. Su esposa también se ha adaptado, a pesar de que ya no tiene cerca todo su círculo social.

“Fue un cambio drástico para mí y para los niños. En El Nacional escuchábamos los cánticos y se los sabían, pero ahora ya son unos hinchas más de Liga de Quito. Mi hijo se sabe las barras y sus videos se han hecho virales en las redes”, contó Pamela, feliz de lo que están viviendo.

Ellos empezaron arrendando un departamento por el sector de El Inca, pero con algo de esfuerzo ya están en casita propia. Poco a poco se fueron acomodando. Hasta para ir a la universidad (estudia negocios internacionales en la UDLA), Franklin tiene facilidades de moverse.

A quien más le costó desprenderse de su muchacho es a doña Rosa Cedeño, su mami. Vivieron tantos años pegaditos, pero ahora la abuelita tiene toda una travesía para visitar a sus nietos. “Es muy allegado a mí. Me costó cuando se fue de casa. Sí se siente ese vacío”, admitió Cedeño, quien estaba acostumbrada a pasar las tardes con su nieto.

De ‘General’, como lo llamaban en el ‘Nacho’, pasó a ser ‘Mariscal’. Este sobrenombre sorprendió a Guerra, quien espera finalizar con un título. El undécimo para la ‘U’ y el primero en su carrera. “Agradezco a la hinchada que me puso ese sobrenombre”, agregó el defensor, quien tuvo que compartir la zaga con Hernán Pellerano, Horacio Salaberry, Anderson Ordóñez y el pelado Kevin Minda.

“No sé de rangos militares, pero espero que sea un ascenso”, bromeó Franklin, mientras el mayor de sus dos retoños lo mira fijamente pidiendo aprobación para dibujar en el comedor de su nueva casa.

Guerra asegura que extraña el sur de Quito. Por sus calles hizo panas y conoció restaurantes que según él no hay en el norte. La comilona y los buenos recuerdos se quedaron atrás.

Su objetivo es jugar en la Tri y consolidarse como un nuevo referente de la ‘U’. Por eso su foto apareció en el promo de invitación para los hinchas albos. Allí aparece Guerra, cuadrándose al mejor estilo de un mariscal que quiere la gloria. 

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