Édison Vega (der.) disputa el esférico con Edson Montaño de Aucas

Édison Vega (der.) disputa el esférico con Edson Montaño de Aucas. Foto: David Paredes

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29 de agosto de 2018 15:40

Édison Vega, el sacrificado capitán de la 'U'

David Paredes

Paciencia y sacrificio. Esas dos palabras definen a Édison Vega. El mediocampista imbabureño, que llegó a Liga de Quito en el 2016, vive uno de los mejores momentos de su carrera. Es finalista del torneo nacional, juega Copa Sudamericana y hace poco asumió la responsabilidad de llevar la banda de capitán. 


La heredó del delantero argentino Hernán Barcos, el histórico goleador de los albos. No asumía una responsabilidad semejante desde el 2014, cuando le tocó ser líder en el camerino y en la cancha del conflictivo Deportivo Quito.


“Me costó ganarme la banda de capitán. Desde que llegué al equipo no pude jugar en mi puesto habitual (jugó como lateral izquierdo en vez de volante central) por priorizar el bienestar de la institución. Mi objetivo nunca fue ganarme la capitanía. Siempre aporté con ideas para que el equipo salga adelante”, asegura Vega.


En el complejo de Pomasqui lo respetan. Desde los más pelados del equipo hasta los más duchos conversan con él. Intercambian ideas antes de que empiece la práctica y poco a poco lo empiezan a llamar ‘Capi’.
“Hernán demostró ser un buen jugador y un extraordinario amigo. Nos asombró su salida, pero no solo con una persona se tiene un buen camerino. La unión del grupo es lo que nos hace fuertes. Hernán nos dijo que todos tenemos la potestad de opinar y hablar para que el grupo vaya mejorando. Así lo estamos haciendo”, reconoce el volante.


Desde que utiliza la banda en el brazo izquierdo, ha buscado más espacio para dialogar con el ‘profe’ Pablo Repetto y sus compañeros. No es fácil liderar al equipo en la cancha y en el camerino. Aconseja a los más guambritos y escucha a los de más experiencia de la plantilla universitaria.
“Llevar la cinta no pesa. Todo pasa por la responsabilidad y respeto que uno tenga por la institución. Trato de conocer a mis compañeros para saber cómo se les debe hablar. No a todos les calza el mismo discurso”, asegura Vega, quien ya lució la banda en la Copa Sudamericana y en los juegos de la Segunda Etapa.


El ‘Enano’, como lo llaman en Pomasqui, no usa la misma cinta que llevó el ‘Pirata’ en su brazo derecho. La del argentino estaba personalizada. Tenía la bandera de Ecuador, la de Argentina y en el otro costado una fotografía de todos los integrantes de la ‘U’.


“No uso la que Barcos tenía. Prefiero ponerme la que me dio el club. Lo hago por respeto a la institución. Soy capitán de Liga y como tal quiero demostrarlo en la cancha”, dice el jugador albo.


Para Vega, ser el ‘capi’ en Deportivo Quito y en Liga es complicado. Cuando era parte de los chullas le tocaba armar las reuniones exigiendo los pagos. Era él quien tomaba los micrófonos en las ruedas de prensa para denunciar a los dirigentes que no asomaban. Era la voz de sus compañeros.


“Es cierto que me ha tocado las dos caras de la moneda en el momento de ser capitán.
Los problemas económicos afectaron a la plantilla del Deportivo Quito. Era mi responsabilidad pelear por el grupo. No se debe ser buen capitán solo en los buenos momentos. En el fútbol se debe ser un buen líder todo el tiempo”, dice el mediocampista ibarreño.


Cuando Vega no está en la cancha, la cinta pasa al brazo de Jefferson Intriago. El manabita es uno de los canteranos más antiguos del club y por ese motivo el cuerpo técnico de Pablo Repetto le hizo ese reconocimiento.
Este año el liderato ha sido compartido. Hasta a Horacio Salaberry le tocó asumir esa responsabilidad. 


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