Luis Estupiñán conmovió al mundo al final del partido contra Italia

Luis Estupiñán se aisló del festejo del resto de sus compañeros de Ecuador, luego de conseguir el tercer lugar del Mundial Sub 20. Era evidente que por su cabeza pasaban pensamientos, imágenes, recuerdos que lo llevaron a la tristeza hasta terminar en un llanto incontenible. 

A través de la televisión, uno de los comentaristas de la cadena DirecTV Sports argumentó que los jugadores suelen recordar el duro camino que han transitado en sus vidas para cumplir su sueño de ser profesionales... y no se equivocó. 

En el caso de Estupiñán, su vida empezó a cambiar con las posibilidades de mostrarse que recibió en el club Mushuc Runa desde el 2017. Para llegar allí, atravesó un sin fin de problemas y penurias. Dormía hasta en en suelo, pues ni siquiera tenía un colchón. Además, su hermana mayor había fallecido ocho años atrás.

El volante ofensivo nació en Esmeraldas y su familia es de escasos recursos. Empezó a jugar en la academia Alfaro Moreno, que luego continuó en el Esmeraldas Petrolero, en el 2016, pero con el equipo tungurahuense logró el ascenso a la Serie A al año siguiente. Con ese premio empezó a construir la casa para su madre. 
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Jorge Célico, DT de la Tri Sub 20, lo observó y encontró en él condiciones necesarias para formar parte de la nómina que fue y se destacó en el Mundial de la categoría. Previamente, Estupiñán ya había marcado goles para su equipo.

Por ello, este hábil volante ofensivo soltó lágrimas sentado en la tarima donde fue la premiación, mirando fijamente a la medalla mientras la sostenía en sus manos. Sus compañeros lo abrazaron y lo llevaron hasta donde Célico, quien lo acogió y consoló con una actitud paternal. 

En Ecuador, estas historias de superación son cotidianas. La gran mayoría de los jóvenes talentos que llegan a los clubes lo hacen con la intención de salir de la pobreza... y Estupiñán fue un ejemplo de ello. 
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