Los experimentados supervisan el crecimiento de los nuevos talentos en la Tricolor
Cristhian Noboa tiene 35 años, 15 más que Moisés Caicedo. Los dos juegan como mediocampistas de recuperación y ambos están en Europa. El ‘Zar’ lleva una larga carrera, básicamente desarrollada en el fútbol ruso y una experiencia en Grecia. ‘Moi’ llegó en enero y aún no ha podido debutar en el Brigthon inglés.
“Claro que hablamos, claro que le aconsejo, sobre todo por su adaptación a Europa que siempre es un proceso difícil. Nosotros, los más experimentados, tenemos que compartir lo que hemos aprendido durante toda la carrera”, cuenta, convencido, Noboa.
En la Selección hay tres grupos marcados de jugadores: los de mucha experiencia como Noboa, Alexander Domínguez, Ángel Mena, que superan la barrera de los 30 años; un grupo intermedio en donde está Carlos Gruezo, Michael Estrada, con un promedio de 25 años y los más jóvenes como Caicedo o Gonzalo Plata que completan con lo Justo las dos décadas de vida.
Los mayores han tenido la generosidad de compartir enseñanzas y guiar la carrera de los jugadores más jóvenes. De ello da Fe Plata, quien identifica a Énner Valencia como su mentor: “siempre me está hablando sobre secretos del puesto de delantero, me aconseja sobre la vida y cómo es la Selección”, dijo el jugador del Sporting Lisboa sobre ‘Superman’.
El cuerpo técnico de Gustavo Alfaro aprovecha las sobremesas, luego de la cena, para propiciar espacios de encuentro y complicidad entre los jugadores. El DT está convencido de que el buen ambiente es un punto a favor de la Tri, que busca conseguir su cupo a Catar 2022, su tercer Mundial.
