Las dos caras: Tite gana la simpatía mientras a Bauza no le cree nadie

Tite y Edgardo Bauza viven realidades distintas. Al primero el fútbol le sonríe, llevó a Brasil a la cima de la Eliminatoria Sudamericana y en cinco partidos devolvió la identidad de un fútbol alegre y goleador. Con el segundo, Argentina se ve a sí misma desorientada. No hay patrón de juego y sus individualidades, que no son muchas, hacen al mismo Messi parecer un náufrago.

​Los dos llegaron a dirigir a sus respectivas selecciones luego de la Copa América Centenario. Dunga tuvo que dejar la auriverde luego de haber sido eliminado en primera fase de la Copa América Centenario y su equipo marchaba sexto en las eliminatorias.

Gerado Martino renunció a la Celeste y Blanca luego de perder la final de la Copa -la tercer consecutiva que perdía Argentina- y el equipo marchaba tercero hacia Rusia 2018. Ambos, con la avalancha de críticas que les cayó encima, dejaron su cargos.


Para la séptima fecha de la clasificatoria mundialista, Tite debutaba ante Ecuador en el Atahualpa; Bauza lo hacía ante Uruguay, en Mendoza.
Brasil -al que hasta entonces se lo llamó “el peor Brasil de todos los tiempos”- sorprendió y bailó en Quito y goleó 0-3. Subió del sexto al quinto lugar. Argentina, sin sorprender, ganó de local ante Uruguay 1-0. Y el equipo ocupó la punta de la tabla de posiciones.

Fue un comenzar con pie derecho y parecía que podía ser el origen de una buena relación entre técnico, equipo, prensa, hinchada. Pero el tiempo cambió todo el panorama.

Tite ha ganado todos los cinco partidos que ha dirigido y está instalado en el cómodo primer lugar de la tabla y, por el juego que desarrolla el equipo, nada parece indicar que dejará ese lugar para viajar a Rusia.

No solo eso: Brasil recuperó la alegría. Los jugadores parecen disfrutar con el balón, algo que parecía proscrito con Dunga, con un juego ultradefensivo. “Brasil vuelve a ser Brasil”, dicen allá.

Bauza está en un punto crítico. Si bien su primer partido fue un triunfo, luego todo comenzó a marchar en contra. Empató dos partidos y perdió dos, uno de local ante Paraguay 0-1 y el 10 de noviembre, contra su archirrival, Brasil, 0-3 en un estadio en donde Brasil tuvo que superar el trauma del 1-7 recibido en su Mundial ante Brasil, y en donde Argentina clasificó a la final al grito de “Brasil, decime qué se siente, tener en casa a tu papá”.

Además lleva dos empates y una sola victoria, la de Uruguay. Con esto, Argentina se encuentra en sexto lugar, fuera de zona de clasificación. 

¿Qué se dice de Bauza? Que tiene miedo a ser Bauza y que la Selección de Argentina le queda demasiado grande. Pero sobre todo que nadie le cree, ni siquiera él mismo porque Argentina no juega a lo Bauza y no juega a lo Argentina. Y la pedida de su salida para ya ser un clamor que se generaliza.