Aficionados senegaleses celebran la conquista de la Copa Africana de Naciones por parte de su selección. FOTO: @AgenciaAnadolu

Aficionados senegaleses celebran la conquista de la Copa Africana de Naciones por parte de su selección. FOTO: @AgenciaAnadolu

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7 de febrero de 2022 19:01

El pueblo de Senegal celebra su primer título en la Copa de África

Redacción Bendito Fútbol

El 6 de febrero, la Selección de Senegal rompió el maleficio y ahora sus jugadores son héroes nacionales. Luego de derrotar a Egipto en la final de la Copa de África de 2022, los fanáticos senegaleses han extendido las celebraciones.


La euforia es tal, que el presidente de la República, Macky Sall, suspendió un viaje oficial a Comoras y decretó a este lunes como día de feriado público; no quiso perderse la llegada de la delegación de fútbol y planificó recibir a los jugadores en el aeropuerto internacional de Dakar.

Este 8 de febrero, Sall recibirá a los futbolistas en el palacio presidencial y les rendirá homenaje con condecoraciones por tan importante triunfo, todo un hito para los senegaleses, ya que su selección perdió en las dos anteriores finales del certamen, contra Camerún en 2002 y ante Argelia, en 2019.

Es el primer cetro de Senegal en la contienda continental, más importante aún porque fue sobre Egipto, el combinado con más títulos en el historial de la justa (1957, 1986, 1998, 2006, 2008 y 2010).

Terminado el cotejo, los habitantes salieron a las calles de Dakar y con banderas, gritos y fuegos artificiales festejaron ruidosamente el 4-2 en los lanzamientos penales, luego de que en el tiempo reglamentario y en los alargues nunca rompieron el 0-0. Las bocinas de los autos, en una larga caravana, acompañaron los cánticos a los futbolistas.

Para completar, Sadio Mané, el 10 y figura del equipo, se impuso en el duelo de estrellas a Mohamed Salah, el 10 de Egipto, con quien comparte camerino en el Liverpool de la Premier League inglesa.

La gesta de ‘Los Leones de la Teranga’ se escribió con letras de oro en el estadio Paul Biya de Olembé, en Yaundé, Camerún, un hecho que el pueblo senegalés nunca olvidará.