José Mourinho en una rueda de prensa previo a las semifinales de la Conference League. Foto: Twitter @OfficialASRoma.

José Mourinho en una rueda de prensa previo a las semifinales de la Conference League. Foto: Twitter @OfficialASRoma.

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5 de mayo de 2022 16:43

Octava final europea para José Mourinho

Agencia EFE

Tirana, la capital de Albania, acogerá el 25 de mayo de 2022 la final de la Conference League, la octava final europea del portugués José Mourinho.

 
Antes dijo presenten en dos finales de Liga de Campeones, con Oporto e Inter de Milan; dos de Liga Europa, con Oporto y Manchester United; y tres Supercopas de Europa, todas perdidas. 

El setubalense ostenta el récord de ser el entrenador con más semifinales de la historia y el primero en alcanzar finales de Liga de Campeones, Liga Europa y Liga Conferencia. Puede convertirse, además, en el primer entrenador de la historia en levantar este trofeo.

Tras la eliminación del Atalanta ante el Leipzig en la Liga Europa, el Roma es el único equipo italiano con opciones de levantar un título europeo, algo que no ocurre desde 2010, cuando el Inter ganó la Liga de Campeones en el año de su triplete histórico, precisamente con Mourinho sentando en el banquillo.

Este logro de 'Mou' fue posible gracias al solitario tanto del inglés Tammy Abraham, que sentenció en los primeros compases un partido (1-0, 2-1 global) ante el Leicester que devuelve a una final europea a la loba 31 años después.

Feyenoord los espera

El Feyenoord aguantó el 3-2 del choque de ida de las semifinales y eliminó al Olympique Marsella tras empatar 0-0 para alcanzar una final europea veinte años después.

El equipo neerlandés no disputaba un título continental desde 2002, cuando perdió ante el Real Madrid la Supercopa de Europa. Justo ese mismo año, conquistó la Copa de la UEFA tras superar al Borussia Dortmund. Y, desde entonces, hasta este jueves, el vacío se mantuvo en el tiempo durante un par de décadas.

No lo tuvo fácil. Se las tuvo que ver con un ambiente infernal. El aspecto que presentó el Stade Vélodrome dio continuidad a la tensión que precedió a un choque clave para ambos equipos, que con un título europeo podían salvar su errática temporada.

Si el día anterior hubo veinte detenidos en los enfrentamientos entre ambas aficiones, 24 horas después de los incidentes, parte de la grada del estadio del Marsella se tiñó de rojo por la enorme cantidad de bengalas que salieron de la nada.

El conjunto neerlandés se defendió bien, con solvencia y sin muchos contratiempos. Apenas sufrió con las ocasiones de Saliba y de Pol Lirola. Ninguna tuvo éxito y el Olympique Marsella murió en la orilla del éxito. Por contra, el Feyenoord, celebró que veinte años después disputará una final europea.