El ingreso de Boca Juniors fue sin vítores ni agresiones
El bus de Boca Juniors entró al estadio Atahualpa raudo, sin detenerse en ningún momento. Los hinchas que vieron a la unidad en el sector norte del escenario solo acompañaron su transitar con la mirada. No hubo gritos a favor ni en contra.
Fue fácil identificar a los jugadores del cuadro argentino por su indumentaria. Y a pesar de ellos, los aficionados que rondaron por la puerta que accede al marcador electrónico ni se inmutaron.
Lo contrario ocurrió cuando ocurrió el bus de Independiente del Valle, que entró por la parte sur. Allí, los aficionados ecuatorianos levantaron sus brazos y saludaron a los jugadores negriazules, al mismo tiempo que uno que otro hincha identificado con la camiseta de Boca solo se animó a poner el pulgar abajo.
La confluencia de ambas escuadras fue serena, sin problemas. Además, la gran presencia de policías influyó para una asistencia tranquila al estadio para el cotejo de ida de la semifinal de la Copa Libertadores.