Álvaro Recoba, exjugador profesional de la selección de Uruguay

Álvaro Recoba, exjugador profesional de la selección de Uruguay. Foto: David Paredes

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26 de octubre de 2018 08:47

Álvaro Recoba: 'Es difícil ponernos el saco y la corbata'

David Paredes

La Copa América IFA 7 se está desarrollando en Quito. La segunda edición de este torneo continental cuenta con grandes figuras como el exjugador uruguayo Álvaro Recoba. El charrúa, junto a su equipo, ganaron a Perú, pero perdieron con Brasil. 


​Vuelves al fútbol después de tres años. ¿Fue fácil?
Jugar este tipo de torneos amateur pero competitivos no es volver al fútbol. El primer viaje que tuvo con el IFA 7fue a Perú y desde ese momento me gustó el formato del juego. Era campo chico, arcos grandes. Este tipo de fútbol reunía las condiciones para que tipos como nosotros (mayores a los 40) nos divirtiéramos mucho más. Después nos organizamos y ahora ya somos parte de esto.


¿Después del retiro, este tipo de actividades sirven para distraerse y mantenerse en forma?
Es un fútbol amateur, pero nosotros estuvimos muchos años activos con ellos. Hemos jugado mundiales, eliminatorias y en clubes. Volver a juntarnos es un placer que nos damos como amigos. No tenemos las presiones que teníamos como profesionales. Representamos al país, pero no es lo mismo que en otra escala. Lo vivimos distinto. Ahora es tomarnos un ‘break’ de la casa, te vas una semanita con los amigos y conoces ciudades que el fútbol nunca te dejo conocerlas.


¿Pero el fútbol te permitió viajar por el mundo?

Sí, pero conocí aeropuertos y hoteles. El fútbol es así, cuando viajas, se te limita ir a otros lados. Ahora todo es distinto. Esta es una oportunidad de conocer el Ecuador.


¿Fue fácil retirarte del fútbol profesional?
No, para nada difícil. Soy una persona casera. Me gusta estar con mi familia. De hecho mi última etapa como futbolista la viví en Uruguay, porque así me sentía cerca de mi lugar de origen, de mis hijos y esposa. Yo dejé de jugar y nunca más volví al fútbol 11.


¿Por decisión propia o por cansancio a ese fútbol?
No me llama la atención. Jugué un par de veces por beneficencia o con los amigos, que se arma un once para divertirnos. Pero estar en un equipo de veteranos o Sub 40 para jugar de forma competitiva, nunca más. Me han invitado y no les he aceptado.

Pero la nostalgia siempre se hace presente en algún momento. ¿Extrañaste ponerte los botines y saltar a un estadio?
Nada. Cero.


¿Qué hubo para ti después del fútbol profesional?
Empecé a jugar al tenis. Era una pasión que tenía. Ahora lo hago seguido. También tengo un proyecto con Iván Alonso (exjugador de River Plate) llamado Eco Cinema. Con esto llevamos cultura y fútbol al interior de los países y llegamos a comunidades de bajos recursos. Hemos hecho documentales a exjugadores como al ‘Pibe’ Valderrama y estamos haciendo uno a Álex Aguinaga. Así, los más chicos conocen a sus glorias. He viajado con mi familia.


¿Una decisión así, tan drástica como cambiar de actividad de la noche a la mañana es fácil?

Cada persona tiene su forma de ser y vive el retiro a su manera. Hay gente que le duele, porque fue obligado a dejar el deporte por una lesión. Para mí sí fue fácil. Yo terminé de jugar a los 38 años. Ya era una edad importante. Fue todo natural. Lo fundamental es tener el apoyo de la familia y sobre todo haberte preparado para hacer algo. Di una mano a jugadores para que puedan irse al exterior, sin ser empresario. He buscado tener actividad. Ahora que dejé de jugar tengo menos tiempo en el día, que cuando estaba activo.


¿La gente te sigue pidiendo fotos en la calle?
Es lo más lindo que me ha pasado después del fútbol. Es bonito ver que la gente aún te guarda ese respeto y te recuerda. Me sorprendió en el Mundial. Te paran personas de otras partes del mundo que no te imaginas a pedirte un autógrafo o una foto. En Uruguay pasa y es normal. Eso es lo bueno de haber dejado una buena imagen como persona. Si hubiera sido un crack, pero un mal tipo, de seguro nadie te regresa a ver después del retiro.


¿Qué se necesita para sanear al fútbol de la región?
Gente más transparente. Dejar a un lado los intereses y egos personales y enfocarnos por un bien común. En mi país hay problemas. La FIFA intervino la AUF (Asociación Uruguaya de Fútbol). Ahora se busca es que todos los clubes cumplan las reglas. Aunque deberían haber menos equipos. Son 16 en el torneo y en el país apenas somos 3 millones. Acá, con 16 millones está perfecto que le suban a 16 clubes en la Liga.


¿Viste injusticias o amaños cuando fuiste jugador?
Nos quedamos fuera del Mundial 2006 de una forma injusta. Nos robaron en los repechajes ante Australia. Allá y en Uruguay. Nadie protestó en su momento y desde mi punto de vista los árbitros estaban parcializados. Para acortar la historia, al año siguiente el presidente de la AUF terminó siendo vicepresidente de la FIFA.


¿La culpa de que existan este tipo de amaños es del sistema o de los modelos de gestión?
Es de los jugadores. La culpa de que existan este tipo de cosas es nuestra, por no prepararnos para ser presidentes de la FIFA o de las Federaciones.


¿La gente del fútbol debe llegar a las dirigencias?
No siempre, pero sería lo adecuado. En el fútbol hay contadores, abogados y escribanos (así se les llama a los notarios en Uruguay y Argentina). ¿Qué tienen que ver con el fútbol?, ¿por qué se involucraron en esto que es tan ajeno a sus verdaderas funciones? El fútbol es saberle pegar a la pelota y si no lo sabe, no deberían estar en esto. Dejamos que estas personas, que no saben de fútbol, le hablen al jugador creyéndose superiores a ellos. Muy pocos han pisado la cancha o un vestuario, no saben lo que es defender a su país. Por suerte eso está cambiando. Ya hay un Sebastián Verón (Estudiantes de La Plata) y un José Francisco Cevallos (Barcelona). El gran problema es que a nosotros nos cuesta ponernos el saco y la corbata. El fútbol debe ser de los futbolistas. Si no hubiera dirigentes, el fútbol no desaparecería. 


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