El técnico Tite, listo para dar una charla al plantel brasileño, antes de la práctica en el estadio Casa Blanca.

El técnico Tite, listo para dar una charla al plantel brasileño, antes de la práctica en el estadio Casa Blanca.

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30 de agosto de 2016 12:07

Brasil trajo tanques de oxígeno y un desfibrilador por precaución

Pablo Campos

La altitud de Quito es una de las principales preocupaciones del DT de Brasil, Tite, antes del juego frente a Ecuador por las eliminatorias sudamericanas. Los auriverdes nunca pudieron derrotar a la tri en el Olímpico Atahualpa, por eliminatorias.


El entrenador se aseguró de todo. Pidió a su cuerpo de logística que tengan listas 100 botellas de agua por cada día que pasen en Quito, además de un desfibrilador (aparato para la reanimación cardíaca, mediante choques eléctricos) y dos tanques de oxígeno.

Eso se trasladaba desde el hotel Sheraton, donde se hospedan, hasta el estadio Casa Blanca, donde se entrenan. Ellos realizan la movilización de esos implementos en cajas metálicas, a cargo del cuerpo de utilería.

El entrenador quería que el oxígeno y el desfibrilador estén listos en Casa Blanca, para prevenir algún inconveniente con sus jugadores. Ninguno de los seleccionados por Tite está adaptado a jugar en ciudades de altitud.

El preparador físico de la selección brasileña, Fabio Mahseredjian, estaba preocupado por su estadía en Quito. Para él, es contraproducente pasar tanto tiempo en la altura, porque los estragos -mareos, hiperventilación y naúseas- podrían presentarse a la hora del encuentro.

Por eso, Tite y su cuerpo técnico también llevarán el oxígeno el día del partido, además de otros medicamentos para regular la presión sanguínea de sus jugadores, a fin de evitar quebrantos en su salud.