Argentina hizo lo obvio: ganar a Panamá y lidera el Grupo D

El partido de Argentina contra Panamá no podía tener pronóstico reservado. Se podría ser ingenuo y creer que iba a dar la sorpresa. No hubo que esperar más de seis minutos para que se abriera el marcador y comenzar a escribir el resultado final: 5-0 a favor de la celeste y blanca.

Pero ese pronóstico de marcador abultado no fue obra de un conjunto. Tiene nombre y apellido. Lionel Messi. Entró marcó tres goles, dio un pase gol y ya no hubo para qué pensar más en el partido. 

Messi estuvo en la banca durante el primer tiempo y 16' del segundo. Y quizá fue una buena decisión del técnico Gerardo Martino. Panamá fue un equipo recio, demasiado, brusco. Y complicó en una combinación de fuerza física, despliegue. Pero también fue como esos corredores aficionados de maratones que salen a toda velocidad en los primeros metros y se van quedando en el camino exhausto. 

Cuando Messi entró, ya el equipo que dirige Hernán Darío 'Bolillo' Gómez estuvo rendido y con el marcador 1-0 a favor de los de Martino. El primer tanto fue obra de Otamendi, de cabeza al recibir un tiro libre. 

Los últimos 29 minutos del partido estuvieron reservados para Messi, El primero, a los 67 minutos, un remate con presión de un defensor Panameño y su remate de zurda ante un error defensivo. 

Luego,  una brillante ejecución de tiro libre a los 78 minutos. 

El tercero propio y el cuarto del partido, fue de su sello profesional, gambetear a un rival y rematar de zurda ante otro, a los 87'.

Y para cerrar su noche dorada, un pase maravilloso hacia Rojo que bajó de cabeza la pelota para que el Kun Agüero marque el 5-0 definitivo. 

Ya con eso, para qué seguir hablando de fútbol. Todo estuvo dicho por Messi.