Independiente, el ‘Matagigantes’ de la Libertadores 2016
En el 2016 ya empezaron a llamarlo el ‘Matagigantes’, durante la exitosa campaña que llevó al Independiente del Valle a disputar la final de la Copa Libertadores.
En ese año, con el DT Pablo Repetto al mando, los rayados se convirtieron en subcampeones del torneo de clubes del continente .
La final la disputaron ante el poderoso Atlético Nacional de Medellín que fue dirigido por el DT colombiano Reinaldo Rueda, extécnico de la Selección de Ecuador.
El camino a esa histórica final regional estuvo marcado por memorables triunfos dentro y fuera de la cancha.
El 16 de abril del 2016, un terremoto de 7,8 grados en la escala Richter afectó al país, sobre todo a Manabí, Esmeraldas y otras provincias de la Costa.
Durante los días posteriores a esa tragedia se vieron muchas muestras de solidaridad, con personas en todo el país organizándose para ayudar a los afectados. El cuadro de Sangolquí también contribuyó, al donar lo recaudado en sus partidos como local en el torneo internacional.
La donación empezó a gestionarse desde los octavos de final de la Copa, ante el poderoso River Plate de Argentina.
Fue así que para el 28 de abril, los negriazules recibieron al elenco millonario, en un cotejo que lo ganaron por 2-0 en la cancha del estadio Olímpico Atahualpa, que esa noche se llenó con aficionados que quisieron alentar al elenco tricolor, pero también a la recaudación de fondos.
En contra de muchos pronósticos, el IDV eliminó al River Plate y luego siguieron otros grandes clubes como Pumas, de México (cuartos de final) y Boca Juniors, de Argentina (semifinales).
Esos clubes, favoritos en principio, también fueron eliminados por el equipo de Repetto, que contó en la cancha con figuras como Librado Azcona, Christian Núñez, Luis Caicedo, Arturo Mina, Mario Rizotto, Dixon Arroyo, Jefferson Orejuela, Julio Angulo, Júnior Sornoza, José Angulo, entre otros.
En esos cotejos, incluida la final, el club también donó lo recaudado, en un gesto que fue aplaudido por el entorno del fútbol. En esa temporada, el equipo no logró el título, pero se ganó el cariño de muchos hinchas.
La generación que triunfó ese año en la Libertadores se dispersó porque los jugadores fueron transferidos al exterior. “No podíamos retenerlos porque eso les significaba un crecimiento profesional a ellos e ingresos económicos al club”, reconoce Santiago Morales, el gerente del club.
Al año siguiente se fueron ocho a clubes de la región y dos a Europa, entre ellos el ‘Tin’ Angulo, quien meses después retornó al país al dar positivo en un control de dopaje, por la Conmebol.
Las transferencias y los premios recibidos por la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) y patrocinadores, en ese año, le significaron ingresos cercanos a los USD 10 millones, según las declaraciones que dio el directivo Michel Deller a este Diario.
El efecto de la Libertadores fue positivo para el club porque desde el exterior empezaron a mirar su propuesta de administración, con pocos recursos, y la apuesta al desarrollo formativo.
Delegaciones de clubes brasileños, argentinos, mexicanos, peruanos, colombianos..., y también locales visitaban sus instalaciones para conocer el modelo, que ya en el 2016 lo habían reforzado con asesorías de academias europeas y cataríes.
Ahora, el ‘Matagigantes’ disputará el título ecuatoriano ante el ‘Bombillo’, uno de los clubes más laureados del país.
La final de ida será en el estadio Banco Guayaquil, el 5 de diciembre, mientras que el cotejo de vuelta será en el George Capwell el 12.
En ese camino, el club volverá a la Libertadores en la edición del 2022, pero ahora con el propósito de ganarla.
