Santiago Morales, gerente de Independiente del Valle

Santiago Morales, gerente de Independiente del Valle. Foto: David Paredes / BF

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18 de noviembre de 2019 12:54

Gerente de Independiente del Valle: 'Parte del éxito es el control financiero'

David Paredes

Santiago Morales, gerente de Independiente del Valle, aseguró que uno de los principales objetivos será construir un estadio en Sangolquí. Además, el directivo 'rayado' indicó que se planea ampliar el colegio hacia el público general y tener una universidad. 


​¿Cuánto cambiará la cotidianidad y los planes de Independiente tras obtener la Sudamericana? ​
La cotidianidad se mantiene. Lo que cambia es la vara que nos hemos puesto al ser campeones de la Suda­mericana. Nos resta la Libertadores, la LigaPro, la Copa Ecuador, Mundial de Clubes… Nos esperan mucho más retos que tenemos que ir cumpliéndolos. Hay tantas diferencias en presupuestos entre clubes de la región, que la Sudamericana y la Libertadores se vuelven complicadas de conseguir, porque hay clubes que se arman para ser campeones. Tienen presupuestos 10 veces mayores que Independiente, pero ahora estamos a la par de esos equipos.


¿El presidente del club (Franklin Tello) aseguró que el objetivo es mantener a este equipo, por lo se instaura el dilema entre ser competitivos y seguir exportando?
Ya lo hemos conversado con el Directorio. Consideramos que es importante mantener la base de jugadores. Tenemos la suerte de poder contar con chicos que tienen contratos extensos que les permitirá estar en el Mundial de Clubes del 2021. No es lo mismo armar un equipo millonario para ese torneo, cuando nuestra prioridad es tener jugando a esta plantilla en Libertadores, LigaPro, Recopa.


¿Van a mantenerla en su totalidad y reforzarla?

Mantenerla. Siempre se va a necesitar más madurez y experiencia para jugar, no solamente ese Mundial de Clubes. Hemos demostrado que estamos evolucionando en estos torneos y queremos ser protagonistas.


¿De ese vicecampeonato del 2016, cuánto aprendió la dirigencia?
El 2016 fue un éxito para Independiente. Fuimos el tercer equipo ecuatoriano en jugar una final de Libertadores. Sobre todo por los pocos años de experiencia y con una base de jugadores formados en la cantera del club. En esa época soñábamos en llegar a la final. Este año, desde el día uno, el objetivo fue ganar la Copa. Eso marcó la diferencia.


¿Se plantearon aumentar el presupuesto del equipo tras el título? Parte del éxito de IDV fue controlar sus finanzas. Ahora, al tener más ingresos, vendrán más prioridades. Queremos construir un estadio y mejorar las instalaciones del complejo. De hecho, un porcentaje de esos ingresos se dio a los jugadores en premios, que han sido más altos de lo que reparten otros equipos.


¿Entre esas prioridades está la construcción del estadio propio?
Sí. Los equipos grandes del mundo y del país sueñan con tener un estadio propio. No es justo que tengamos que salir de Sangolquí, nuestra cuna, para jugar. Hay muchos más sueños: ampliar y abrir el colegio al público, tener un instituto superior o universidad para que los chicos, que se gradúan, continúen sus estudios.


¿Cómo analizan el crecimiento que tendrá la hinchada rayada?
La gran hinchada que Barcelona tiene es gracias a sus dos finales de la Copa Libertadores. El crecimiento de la hinchada de Liga es por ser campeón de la Libertadores y Sudamericana. Ahora, a Independiente el título que tenemos le da un enfoque distinto a la hinchada. Son los niños a quienes apuntamos. De aquí en 15 años vamos a ver a esos chicos que ya pueden ir al estadio solos. Debemos tener paciencia. Es difícil que un adulto se cambie de equipo. La ventaja de Independiente es que es un equipo que no genera antipatía.


¿Cómo lograron que el DT Miguel Ángel Ramírez aceptara el cargo? Nos tomó de sorpresa la salida del cuerpo técnico anterior. Pero nos dimos cuenta que el equipo juega mejor con Miguel Ángel. Eso hace una diferencia. Empezó a dirigir de forma interina. Conversamos también con los jugadores para que nos digan qué opinaban. Se sentían cómodos y veíamos que el equipo jugaba bien. Lo primero que hicimos fue firmarle un contrato por tres años. Esto le dio la tranquilidad a él y a su cuerpo técnico. Pero lo que nos gustó fue el ADN que tiene del club. Es un integrante más de la familia.




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