Brahian
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La paternidad de BSC se amplía

Jonathan Machado,

EL CONFESOR

Los clásicos son partidos en los cuales se debe ganar sea como sea. Eso hizo Barcelona el último domingo: venció en un compromiso en el que jugó mal (nuevamente) y en el que lastimó cuando el partido era dominado por Emelec.

@jmachadom

Los goles de Ismael Blanco y Brahian Alemán le dieron la victoria al cuadro amarillo, que venía de perder con el Deportivo Cuenca, Liga y Deportivo Quito, lo que lo dejó fuera de la pelea por ganar la primera etapa.

El desorden, el pelotazo y el juego defensivo fueron las principales características de la estrategia que utilizó el técnico Rubén Israel. Desde que se conocieron las alineaciones , el objetivo del director técnico torero estaba planteado: defenderse y contragolpear. La inclusión de tres volantes de marca (Édison Vega, Matías Oyola y Alejandro Frezzotti) era la señal más clara.

Aunque el resultado final le dio la razón a Israel, el juego en equipo sigue sin mostrar mejoría. Las cualidades de Blanco y Alemán fueron suficientes para vencer al acérrimo rival que venía mermado físicamente por su participación en la Copa Libertadores. Tal vez otro hubiera sido el cantar si el equipo azul estaba completo.

El equipo amarillo jugó esperando el error rival o un descuido de sus defensas. Así ocurrió el primer gol. El segundo se dio tras un contragolpe que aprovechó el volante uruguayo.

Sin duda, el resultado es un impulso anímico para Barcelona. Los jugadores y el cuerpo técnico tendrán un par de días más tranquilos para corregir los errores antes de enfrentar al Mushuc Runa, en Ambato. El cotejo está previsto para las 12:00.

La victoria ante Emelec no solo es importante por los tres puntos, sino porque se venció al rival de barrio. Son 66 victorias amarrillas contra 63 azules por campeonato nacional. Se ratificó la supremacía de Barcelona que Emelec no ha podido darle la vuelta, incluso en los peores año de Barcelona.

El clásico disputado este 10 de mayo, en el estadio Monumental, fue uno de esos partidos en los que la técnica y el buen fútbol no alcanzan. Se necesita poner pierna fuerte, correr, no dar una pelota por perdida y hacer los goles en el momento justo. El buen fútbol lo puso Emelec, lo demás lo hizo Barcelona. Los tres puntos fueron amarillos y la paternidad continúa intacta.

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