Periodista. El fútbol tiene mentiras y verdades, derrotas y fracasos, hinchas y noveleros, política y demagogia, estrellas y estrellados, goles y autogoles, honestidad y corrupción, debuts y despedidas. Pero tranquilos, es solo un juego. Puedes seguirme en Twitter: @costadaniel94
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jueves 14 de noviembre 2019

Independiente del Valle, el equipo de la década

Daniel Costa

Opinión
Twitter: @costadaniel94

Han pasado 10 años, 426 partidos en Serie A, 182 triunfos, 138 derrotas y 106 empates, además de 614 goles a favor y 502 en contra. Pasaron los entrenadores Janio Pinto, Guillermo Duró, Julio Asad, Carlos Sevilla, Jaime Baldeón, Pablo Repetto, Alexis Mendoza, Gabriel Shürrer, Ismael Rescalvo y Miguel Ángel Ramírez por el banquillo ‘Rayado’ desde su ascenso en 2009 hasta el título de la Sudamericana. 


​Desde el 2013, Independiente ha participado, de forma ininterrumpida, en torneos internacionales. En el 2016 llegó a la final de la Copa Libertadores y en el 2019 se tomó Asunción para conseguir la Copa Sudamericana. Estos son solo datos, números e historia. ¿Con esto bastaría para ser considerado un grande, no?

No se necesita ser un ‘tumba gigantes’ para ser grande. Los del ‘Valle’ dejaron en el camino a equipos como Boca Juniors, River Plate, Pumas de México, Colo Colo, Independiente de Avellaneda y Corinthians. Independiente fue aclamado por la prensa y afición argentina frente a un equipo de su país y con 40 000 personas en contra.

No se necesita contar con una barra brava para ser grande. No se necesita que un vago, desocupado, mantenido por sus padres (de 30 años o más) visite los entrenamientos a ‘exigir’ a los jugadores. No se necesita que te canten que hay que ‘matar o morir’ por una camiseta. Independiente unió a todo el país (en dos ocasiones y en los momentos más difíciles). Ya quisieran otros equipos generar lo mismo.

No se necesita tener un complejo de primer nivel para ser grande. No se necesitan oficinas, salas de prensa, un centro de alto rendimiento y habitaciones de cinco estrellas. En el 2009, tuve la fortuna de ser testigo de cómo dirigentes como Santiago Morales se preocupaban por conseguirnos canchas de entrenamiento en la Sub 16, cuando el equipo todavía estaba en la B. Pasamos del puente 7, al San Luis; del San Luis a Capelo, y de Capelo al complejo de Chillo Jijón. ¿El resultado? Campeones nacionales ese año.

No se necesita generar millones de dólares para ser grandes. No se necesita mover más de USD 20 millones al año (con un déficit que duplica esa cifra), vender jugadores (con apoyo estatal) o realizar campañas de marketing para atraer hinchas (no van más de 8 000 personas promedio). Independiente invierte el 30% (USD 1,5 millones) en una formación integral de sus jugadores en las categorías de menores. No es casualidad que lleven 29 títulos en las divisiones infantiles y juveniles.

No se necesitan títulos internacionales o locales para ser grande. No se necesita tener un estadio para 40 000 personas para ser grande. No se necesita tener millones de dólares en una cuenta para ser grande. Independiente del Valle puede tener eso o mucho más. Pero, hay cosas que son únicas en este equipo que lo hacen, aún, más que grande.