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jueves 10 de agosto 2017

Barcelona hace soñar a sus hinchas

Jonathan Machado
Opinión (O)
Twitter: @jmachadom

En la columna que se publicó el pasado 7 de agosto expresé que la Copa Libertadores era la gran chance para que Barcelona revirtiera el mal momento que vive en el campeonato nacional. Con buen fútbol estuvo a punto de cerrar la llave en los 180 minutos de los octavos de final del torneo continental y eliminar directamente a Palmeiras. La falta de eficacia lo obligó a la definición por penales.


Durante el partido, los dirigidos por Guillermo Almada volvieron a demostrar, como ya lo hicieron ante Botafogo, Estudiantes y Atlético Nacional, que tienen los argumentos y la capacidad para jugar de igual a igual en cualquier cancha. Jonathan Álvez, Xavier Arreaga y Máximo Banguera fueron los que más se destacaron en Sao Paulo.

Los puntos más bajos fueron Mario Pineida y Damían Díaz.
El primero volvió luego de una lesión, pero tiene las condiciones para recuperar el nivel. Lo preocupante es el momento que vive el volante argentino. Tuvo dos claras oportunidades para liquidar la serie y no pudo rematar correctamente. La dirigencia y el cuerpo técnico deben conversar con el jugador y devolverle la confianza, porque talento no le falta.

Barcelona consolidó la idea de que es un equipo con actitud, pero sobre todo, que trata bien a la pelota. Marcos Caicedo, José Ayoví y Erick Castillo son elementos que generan peligro en el ataque y que pueden marcar en cualquier momento. Álvez se ha consolidado como uno de los mejores 9 del país y lo demuestra en cada partido. Arreaga y Darío Aimar se han complementado y se han convertido en una aceitada dupla. Lo que resta es que Pineida recupere su fútbol y que Pedro Velasco mejore en los últimos metros de la cancha, cuando pasa al ataque. Matías Oyola y Oswaldo Minda están en buen momento, aunque deben subir su nivel en la salida con la pelota y no perderla en el propio campo.


​El equipo torero jugó un partido memorable e hizo historia. Este debe ser el punto clave para retomar el rumbo y empezar a ser el Barcelona del año pasado y de épocas de gloria. El equipo se clasificó a lo Barcelona, sufriendo, pero sobre todo, mostrando buen fútbol y dando señales de que todo es posible.