Periodista formado en Grupo El Comercio y Bendito Fútbol. Comunicador social de coincidencia. Las casualidades de la vida me llevaron al fútbol y ahora me muevo en el área chica del mundo digital y las crónicas insensatas. Me apasiona hablar de lo que a nadie le gusta.
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jueves 01 de febrero 2018

Ya es hora, Emelec

Rodrigo Martínez
Opinión (O)
Twitter: @RoddMar

Emelec es el equipo más poderoso del torneo ecuatoriano de la última década. Cuatro títulos y millonarios traspasos de jugadores al exterior certifican el éxito local de un club que, paradójicamente, demuestra incapacidad para batallar con los grandes de Sudamérica en el ámbito continental. 


Ningún club ecuatoriano disputó tantas ediciones (serán 27 en el 2018) de Copa Libertadores y en este año, con su novena participación consecutiva, ya es hora para que los azules tapen el historial de fracasos y ridículos internacionales.


La contienda por disputar -al menos a la semifinal- cubriría el récord negativo que Emelec alcanzaría en esta edición: sería el primer equipo ecuatoriano en llegar a las 100 derrotas en la Libertadores.


Y es que contar con más participaciones que su vecino amarillo no le ha garantizado nada de éxito. Tiene menos victorias (63 contra 69), más derrotas (99 contra 81), más goles recibidos (287 contra 258) y ni una sola final para disimularle a su rival del astillero, que al menos jugó dos y las perdió. 


Resulta decepcionante para un club con una inversión millonaria (USD 15,5 millones para el 2018) ver que otros planteles llegaron a la final con menos participaciones y presupuesto. Sí, el Independiente del Valle es más exitoso que Emelec en toda su historia copera, ya que mientras los negriazules presumen de una final con Atlético Nacional, el mejor resultado del ‘Bombillo’ es apenas una semifinal de hace 23 años ante Gremio de Porto Alegre.


Más decepcionante resulta que todas las frustraciones internacionales hayan llegado hasta un director técnico rendido a solo vencer en el torneo local. Un entrenador que se reprime a combatir por nuevos trofeos por temor a la ‘demagogia’ y ‘venta de humo’ a una afición desesperada. “No se puede prometer ser campeones”, dijo después de ganarle el campeonato al Delfín.


A pesar de que las intervenciones coperas le sirvieron a Emelec para proyectar a futbolistas como Miller Bolaños, Ángel Mena o Fernando Gaibor, el bienestar económico no auguró ningún torneo sudamericano en las vitrinas del club. 


Es cierto que no todo ha sido bochorno para los azules, como el triunfo del año pasado en Buenos Aires frente a San Lorenzo o la dura eliminatoria que le hicieron a Tigres de México en los cuartos de final del 2015; pero sin copas internacionales ni finales que exhibir, los azules están por debajo de Liga de Quito, Barcelona SC o incluso un Independiente del Valle, que ya es reconocido por humillar a grandes como Boca Juniors y River Plate.


En el arranque de este año, los socios del ‘Bombillo’ apostaron por el continuismo de Nassib Neme, un dirigente triunfador que todavía tiene un déficit internacional con los hinchas. Lo dijo su contendor, Carlos Alberto Juárez, quien apenas consiguió el 4,2 % de los votos en la elección presidencial. La idea del ‘Cuqui’ era enriquecer a la plantilla y ubicar al club entre los mejores equipos de Sudamérica. Hoy por hoy, Emelec solo es otro participante sin relevancia.


Para esta Libertadores, no se visualiza un plantel azul que avance más allá de la primera fase. Emelec dejó partir a Fernando Gaibor y con escasas incorporaciones de renombre, le dará prioridad al bicampeonato y jugar sus seis partidos en el Grupo 4.


Con River Plate y Flamengo de rivales, malas presentaciones como antecedente y un plantel que solo da pelea en el torneo local, nadie ubica a los azules en la lista de los favoritos, como Fox Sports sí lo hizo con una discreta e incierta Liga de Quito para la Copa Sudamericana 2018.


¿Ya es hora para que Emelec haga más esfuerzos que únicamente por tricampeonatos?