Lo que otros callan por temor o timidez, aquí se lo dice sin anestesia. Es comentarista de fútbol de EL COMERCIO. Síguelo en Twitter: @guapodelabarra
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domingo 29 de marzo 2020

Recordar al fútbol ecuatoriano, ¿lo único que nos queda?

Alejandro Ribadeneira

El coronavirus redujo al fútbol ecuatoriano a un estado de postración nostálgica, al punto de que un canal de televisión se ha dedicado a transmitir los viejos cotejos del Mundial del 2006 y el público se ha conmovido hasta las lágrimas. Es como si en realidad hubiera llegado el apocalipsis y estuviéramos viendo las repeticiones de lo más lejos que llegó el fútbol ecuatoriano alguna vez.


Hay dos lecciones con esto. La primera es la verificación de que el equipo que paró Luis Fernando Suárez fue la mejor Selección de la historia del país, pese a que ya no estaban figuras que estuvieron en Corea-Japón 2002, como Álex Aguinaga, Alfonso Obregón, José Francisco Cevallos o Cléber Chalá. El equipo 2006 fue el punto culminante de un proceso que, como todo en la vida, encontró su declive en su propio seno interior: los mismos jugadores que Suárez puso en Alemania lo hicieron sacar en las eliminatorias al 2010.


Otra comprobación es que, pese a las polémicas (unas más que otras) en sus respectivas biografías, y a pesar del implacable paso del tiempo, gente como Jaime Iván Kaviedes, Ulises de la Cruz, Agustín Delgado y Édison Méndez siguen en el corazón de los aficionados. Quizás se deba a que, luego de ellos, muy poquitos han logrado conmover a la afición como los mundialistas del 2006.


Hoy, la mayoría de hinchas está resentida con los jugadores actuales, al punto que incluso se cuestionaba la pertinencia de llamar al único ecuatoriano que brillaba en Italia antes del covid-19. El fracaso (de alguna manera relativo) del equipo de Reinaldo Rueda en el 2014 hace que la escuadra de Alemania esté en el primer lugar de la estadística y del afecto popular.


Una tercera arista está en lo extraño de recordar esos cotejos en señal abierta y con los canales unidos en una sola transmisión. Es otra cosa que, nos damos cuenta, se la llevó el viento.

Iván Kaviedes celebra el gol ante  Costa Rica, con la máscara, como lo hacía Otilino Tenorio

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