Lo que otros callan por temor o timidez, aquí se lo dice sin anestesia. Es comentarista de fútbol de EL COMERCIO. Síguelo en Twitter: @guapodelabarra
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lunes 03 de mayo 2021

Paiva, Magallanes y la posesión (de la verdad)

Alejandro Ribadeneira

El enfrentamiento entre el DT Renato Paiva, de Independiente del Valle, y el periodista Arturo Magallanes se está saliendo de control. Por eso, es necesario realizar unas reflexiones.


1. En el fútbol, ganar te da la razón
​En este deporte hay muchas vías para ganar, todas ellas legítimas. Por eso, casarse con un esquema o un concepto, en este caso el de la posesión del balón, es un error. Hay modas que hacen que un concepto cobre vigencia, pero el péndulo del tiempo siempre lo equilibra todo y lo que antes era la llave del triunfo ahora es la causa de las derrotas. Al final, ganar los puntos es la única verdad, pero una verdad temporal. La España del 2010 le dio la razón al tiki-taka, pero la del 2014 cayó ante la verticalidad del fútbol explosivo. En el 2018, ganó el agrupar jugadores. Para gustos, pues los colores.

Renato Paiva, entrenador portugués del Independiente del Valle. Foto: EL COMERCIO

Renato Paiva, entrenador portugués del Independiente del Valle. Foto: EL COMERCIO


2. ¿Dónde apuntan los reflectores?
Un entrenador que se pone a pelear de igual a igual con un periodista de TV cae en una trampa, pues justamente esa es la misión del comunicador de marras: ser protagonista del show. Teóricamente, el periodista no puede ser protagonista pues no juega, no hace goles, no cobra el tiro de esquina ni define la alineación. Solo da testimonio de lo que ve y opina de lo que ocurre. La TV y la radio tienden al espectáculo (por eso, en los programas  todos los panelistas hablan al mismo tiempo y hasta gritan)  y buscan que (ciertos) periodistas/showman sean vedettes. Eso da seguidores y también dinero. Así que hacer una rueda de prensa, dedicarles largos minutos y además hablar de censura en la dictadura portuguesa es un despropósito que alimenta al espectáculo. El DT, el que sea, debe seguir sereno en su pedestal, por más monerías que le hagan para provocarlo, pues lo reflectores deben apuntar a su trabajo, no a sus pleitos con alguien que le cae mal. Paiva cayó en la trampa.


3. ¿Quién se beneficia con la pelea?
El periodista tiene el derecho de expresar su opinión sobre un partido. El entrenador tiene derecho de expresar su opinión sobre esos dichos. Esa dinámica podría convertirse en un debate que derive en un fructífero intercambio de conocimiento. Pero también podría caer en el pantanoso terreno de lo insustancial, como parece que en realidad está ocurriendo. Al final, los entrenadores están sujetos a la crítica, que es algo subjetivo. Los periodistas también están bajo análisis constante por parte de su público. Y los periodistas/vedettes, también. El problema es entender a quién beneficia la espiral de críticas, de dimes y diretes y de intercambios de tuits. Al entrenador no lo beneficia, pues de esta cadena de gente es el más débil pues, haga lo que haga, se perjudica. Incluso negarse a dar una entrevista repercute en su contra. Morder el anzuelo es perder para siempre, o hasta que suelte la carnada.


4. El periodismo no es para picados
'Picarse' es un lujo que no puede darse ningún periodista ni nadie en realidad, no al menos en el ámbito de la confrontación. La 'pica' debe servir para llegar a la verdad, la razón de ser de ese oficio. Si la 'pica' solo sirve para tener la razón (que siempre será momentánea) por el solo placer de 'ganar', no hay periodismo, solo vedettismo. Es divertido, tentador, pero es tan ínfimo como ganar con penalti regalado por el árbitro.