Barcelona, Alfaro Moreno y el costal de sal
Carlos Alejandro Alfaro Moreno está protagonizando uno de los arranques más pavorosos que cualquier presidente de Barcelona SC haya sufrido en la historia del club. El ídolo del Astillero todavía no ha jugado un cotejo oficial y Alfaro Moreno acumula una serie de problemas de todo tipo, desde los institucionales y financieros hasta los menos trascendentes.
BSC es el reino del caos, eso lo sabemos, al menos desde que Abdalá Bucaram lo tomó por asalto; pero los presidentes que debutan en el cargo siempre han tenido un lapso para asentarse, tomar decisiones y afrontar las consecuencias. Alfaro Moreno no ha tenido ni siquiera el caballeroso ‘round’ de estudio: ¡le dan con todo!
La deserción masiva de la gente de Barredo, la pugna por el control de la Comisión Financiera y los mecanismos para atacar el enorme pasivo (USD 45 millones, ¿y subiendo?) son, de entrada, el mayor escándalo de la era de este exjugador, muy querido por la pasión con la que ha defendido al equipo dentro de la cancha y también como comentarista. El tema de la deuda acabó como una fanesca en la que estaban metidas dos entidades bancarias y hasta partidos políticos.
Luego, han pasado papelones como la salida de Máximo Banguera (un contraste en relación a su antecesor, José Francisco Cevallos, que al menos se empeñó en mimar a las exfiguras), el anuncio de Moisés Corozo antes de que firmara contrato y el exorbitante monto que pidió Michael Arroyo como indemnización.
La Noche Amarilla tampoco fue de lo mejor, por el bochornoso sonido que causó el llanto de la cantante Greeicy, aunque peor fue la derrota, pues Barcelona jamás perdió en la Noche Amarilla desde que se contrata a una figura del jet-set futbolero.
Hay que reconocer que Alfaro Moreno, pese a esta avalancha de problemas, no ha mostrado ni descontrol ni descortesía hacia sus detractores. Aún sostiene que ganará en el ‘Campeonato Financiero’ y que el equipo dará pelea en todos los partidos. El primero será con Progreso, por la Copa Libertadores. A ver si se libra del costal de sal.
