El pánico mundial por el coronavirus y la suspensión de las eliminatorias le permiten al entrenador Jordi Cruyff ganar más tiempo para conocer a los jugadores ecuatorianos. Aunque, de todos modos, lo poco de lo que pudo enterarse no era precisamente auspicioso y, en lugar de agregar nombres, estaba tachándolos de su lista.

Pocos cotejos han acumulado tanto morbo como el duelo entre Liga y Barcelona SC en la Casa Blanca. Una nueva edición de este cotejo con aire de clásico nacional se jugó el 7 de marzo y, además del triunfo de Liga por 2-1, deja un puñado de conclusiones para el debate.

La paliza (sí, la paliza) que Independiente del Valle le aplicó a Barcelona SC en el Monumental es la primera gran derrota deportiva desde que Carlos Alejandro Alfaro Moreno preside al ídolo. Hasta ahora, y pese al inusual cargamontón que sufrió Alfaro en lo administrativo, todo parecía ir bien en cuanto a los resultados, sobre todo con el acceso a la fase de grupos de la Copa Libertadores. Había dinerito extra, había euforia a prueba de corona virus y planes de grandeza.