¡Que también aprendan a jugar con las exigencias de las grandes ligas!
Uno de los problemas más comunes en el fútbol ecuatoriano es el aplazamiento de partidos. Los jugadores y cuerpos técnicos se quejan con frecuencia por la cantidad de cotejos y las exigencias de los viajes cuando compiten en torneos internacionales. Los directivos de los clubes deberían aceptar que así llegaron al éxito las grandes ligas del mundo, como la española, de donde buscarán aprender.
El FC Barcelona y el Real Madrid jugaron sus partidos de La Liga el pasado domingo con la mayoría de sus titulares, complementándolos con alternantes. Y el miércoles ya estuvieron de nuevo en la cancha para jugar partidos claves por la Liga de Campeones de Europa. ¡Y nadie de los integrantes de estas instituciones se quejó! Lo mismo ocurre en Italia, Inglaterra y Alemania, las otras grandes ligas del planeta y cuyo sistema organizativo es prácticamente el mismo.
Cabe recordar que además de afrontar partidos por los torneos locales, los clubes europeos juegan los campeonatos europeos (Champions y Europa League) y las copas nacionales. Juegan prácticamente domingo, miércoles, domingo. En todos hay premios para los participantes, como títulos, clasificaciones y premios económicos, ya que son eventos vendidos a marcas auspiciantes. Es decir, tienen un valor motivacional para los competidores. Esto, fuera de la oportunidad que tienen los equipos de rotar planteles y exponer a sus talentos.
Sin ir muy lejos, en Sudamérica hay países que entraron en esta corriente y sin convertirse en Liga, como está por ocurrir en Ecuador. Allí los equipos tampoco se quejan, pues disputan las copas Libertadores, Sudamericana y copas locales. Colombia, Brasil, Argentina, Chile están dentro de esta onda. Si existen diferimientos ya son por motivos de fuerza mayor, como el mismo Real Madrid que aplazó un encuentro por su participación en el Mundial de Clubes en diciembre del 2017.
Para eso se crearon fechas para disputar encuentros entre viernes y lunes, y los planteles se conforman con más de 25 jugadores por nómina. No viajan todos. Así se acomodan los clubes a los calendarios de competencias previamente establecidos y cumplen con sus compromisos, sin lamentos ni llantos.
La intención de los directivos nacionales es aprender el modelo español para concretar la naciente Liga Profesional de Fútbol Ecuatoriano, pero ese aprendizaje también deberá servir para que acepten que así es el fútbol de competitivo y exigente. Que las quejas no sirven si los clubes quieren cosechar éxitos local e internacionalmente y con ello recursos.